Se pretende ir construyendo, los días 10 y 20 de cada mes, una antología personal de poemas (que no de poetas) de autores más o menos contemporáneos, más o menos conocidos. Los poemas tienen en común el ser lo suficientemente cerrados para producir una sensación/idea compacta y lo bastante abiertos como para que además emerjan nuevas significaciones con cada nueva lectura. La autora es profesora del Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la UCM.
Hombre normal que por un momento
cruzas tu vida con la del esperpento
has de saber que no fue por matar al pelícano
sino por nada por lo que yazgo aquí entre otros sepulcros
y que a nada sino al azar y a ninguna voluntad sagrada
de demonio o de dios debo mi ruina.
Leopoldo María Panero
de Poemas del manicomio de Mondragón. (Hiperión, 1987)
2007-11-10 12:59
Me gusta y no me gusta. Casi nunca digo estas cosas, pero me gusta el fondo y no la forma, o dicho de otro modo: creo que la forma naufraga, y lo hace en un aspecto preciso: la medida y la rima: es peliagudo, pero si buscas la musicalidad a través de esas herramientas tienes que ser muy cuidadoso, y o yo no “entro” en el poema o hay disonancias claras que hacen que uno tropiece y se trabe en la lectura.
Saludos
2007-11-10 16:59
Opino que el valor de las páginas de Leopoldo María Panero no debe buscarse en la destreza formal. Acompañé a Panero en varias ocasiones, cuando él estaba en el psiquiátrico de Mondragón, y su situación no era nada divertida. El poema escogido pertenece a una obra que me sorprendió en aquellos tiempos. ¿Su importancia? Refleja, con muy poco artificio, la verdad personal del autor.
2007-11-10 18:56
Marcos, estoy de acuerdo contigo en el fondo pero no la forma. Si no me gustara formalmente, si yo percibiese como tú que la forma naufraga no lo habría escogido, no me gusta nada la poesía que sólo es prosa con apariencia de poesía. Yo noto el ritmo como de una exhortación bíblica, pero con el contenido contrario al que uno puede encontrar allí. Y ese contraste es el que me gusta.
Francisco Javier, coincido con lo que dices, pero creo que va un poco más allá de una verdad personal. Es una forma lúcida y nada común de interpretar la “locura” (un término que no me gusta mucho, pero que utilizo para que nos entendamos) tan valorada, para mí de forma errónea, en determinados ambientes intelectuales y artísticos.
2007-11-10 23:01
En mi opinión, Francisco, un poema sin “destreza formal” no es un poema. Tema distinto es que este en particular la tenga o no. Lo que yo he dicho antes es que había lago en él que me parecía erróneo, y trataré de explicarlo.
El poema se inicia con una invocación típicamente barroca, en forma y fondo. Pero la forma, falla en el ritmo, pues la distinta (pero casi igual) medida de los versos hace que la lectura se trabe; lo correcto desde el punto de vista métrico (para favorecer la lectura) sería algo como:
A partir de ahí el poeta se olvida formalmente de ese comienzo y sigue con una métrica “moderna” de verso libre. Esto puede hacer pensar que todo está controlado, que la disfunción métrica es a propósito; yo creo que sí, pero da igual que sea así o no: el caso es que, para mí, es un error. En cualquier caso creo que es un rasgo de estilo de Panero, una especie de constante contrapunto rítmico que parece frenar cualquier alarde musical. Eso hace que para mí Panero sea un poeta valioso y muy estimable, pero al que no termino de abrazar totalmente. Entiendo que es un problema mío, claro.
Saludos
2007-11-12 00:21
Marcos, yo no lo puedo explicar técnicamente, así que puede que lleves razón. Si lo analizo formalmente entiendo lo que dices, pero cuando los leo no noto la diferencia de métrica de los dos primeros versos.
2007-11-12 09:48
Marcos, si te fijas, al primer verso, en realidad, le faltaría también una sílaba: «Hombre normal, tú que por un momento» sería un endecasílabo: si ni ha añadido un «tú» en el primero ni ha quitado un «la» en el segundo es que realmente no perseguía unos endecasílabos perfectos.
A mí esta poesía en concreto me gusta porque la rima y el ritmo son algo caóticos, pero los tiene. Y porque yo interpreto también, como María José, que es una expresión de la locura, y no me imagino a un loco explicando su locura en una rima clásica y formal. (Por cierto que coincido en que la locura está sobrevalorada como algo bueno o motor del arte. ¿Es acaso buena para el loco, o para su familia?)
Pero es cierto que es cuestión de gustos.
Un beso.
2007-11-12 10:29
Si nos atuviéramos a una cuestión de destreza formal, habría que descartar gran parte de la obra de Leopoldo María Panero. Un buen montón de poemas que son confusos, pero porque él es así. Su grandeza poética, precisamente, reside en esa insólita capacidad para hilar material literario a partir de hebras torcidas.
2010-06-12 14:31
La poesía es algo más que ejercicio retórico, de rimas y de versos perfectamente medidos. Las vanguardias ,a mi entender, fueron una gran liberación, una liberación de la poesía retoricista, que ya había perdido la esencia; la esencia de la poesía es la poesía misma, no ejercicio retórico.
Para mí tiene una gran fuerza; ni la vida del hombre,ni su muerte, ni ninguna circunstancia tienen sentido ni por qué. Eso es lo que me dice a mí.