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Las grietas del sistema apuntan a la seguridad

Hace un par de días 8 atracadores entraron en un chalet de un pueblo de Valencia. El dueño mató a dos. En las urbanizaciones, que cuestan a los municipios más de lo que aportan, se quejan de la falta de seguridad. Pero no quieren pagar más impuestos. Jesús Civera: “Es responsabilidad del Estado el velar por la seguridad de los ciudadanos, y cualquier error en ese sentido, que suele derivar en tragedia, es imputable a su omisión o negligencia. Se objetará que el Estado no puede ocuparse de esas orillas últimas del sistema, máxime cuando las nuevas formas de delincuencia le desbordan. Ése, sin embargo, es su problema. La seguridad, en el magnificado Estado protector, tan homenajeado desde la derecha y la izquierda, se ha constituido como un servicio público. Del mismo modo que se paga la sanidad y la educación, se paga la seguridad. En caso contrario, se recurre a la protección privada —los que pueden—, lo que vulnera el principio de igualdad social, pues esto parecería Johanesburgo o Santo Domingo.” Las grietas del sistema apuntan a la seguridad.

Roger Colom | 06/01/2006 | Artículos | Crítica social

Comentarios

  1. Tron
    2006-01-06 21:41 La mente es así y es inútil esperar que funcione de otra forma. Cuando ponemos atención a la diana sacrificamos nuestra atención a la punta de la flecha, al arco, etc. y sólo se encuentra dentro de nuestro foco de atención, siendo intensamente analizada, la diana.

    Si las fuerzas de seguridad son ocupadas en buscar y capturar fumadores de marihuana, de cigarrillos u otros objetivos similarmente tan frívolos sacrificarán los objetivos realmente relevantes para la seguridad ciudadana. Pero, lo primero, impacta más en la población que lo segundo, es decir, rinde más a los políticos del pan para hoy y el hambre para mañana.

    Las cosas de la vulgar política del pelotazo pero en otros términos.

    Saludos
  2. Beowulf
    2006-01-10 02:58 La responsabilidad está en crear entornos urbanos habitables y cercanos. No se puede garantizar la seguridad ni los servicios públicos básicos (transporte) en urbanizaciones de chalets alejados de todo mientras el centro urbano y los antiguos barrios obreros se degradan.

    Cuando hasta para ir a comprar el pan necesitas el coche, es síntoma de sprawl.

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