A la última convención de las organizaciones islámicas en Estados Unidos asistió una subsecretaria del Gobierno con un objetivo claro: Seducir a los musulmanes. Entre otras cosas habló de que son los musulmanes de Estados Unidos los que deben utilizar su influencia y carisma para transmitir a la sociedad en general y a su propia comunidad en particular el absoluto rechazo al islamismo radical. Marcos Aguinis: “Así como los musulmanes exigen que se combata el prejuicio antiislámico, millones de musulmanes deben combatir su propio prejuicio contra Occidente. Occidente, a la inversa de lo que innumerables musulmanes martillan en sermones, panfletos e Internet, no es sólo las cruzadas, el colonialismo y la perversión moral. Los musulmanes norteamericanos y de otros países deben hacer saber a sus hermanos que no hay odio estructural contra el islam ni deseos de aniquilarlo, excepto en minorías repudiadas. Deberían comunicar el respeto y la curiosidad que existe por la civilización islámica desde hace siglos; deberían admirar las exposiciones y hasta museos que han sido dedicados a expandir sus frutos en un número y calidad que supera todo lo que pueda mostrarse desde los mismos países musulmanes.”