El gobierno de los EEUU pertenece a una empresa y sus filiales. Miles de millones de dólares han ido a parar a esta empresa gracias a las guerras de Afganistán, Irak y ahora al desastre del Golfo de México. Uno de los principales directivos de esa empresa es el vicepresidente de EEUU, la persona que, como piensan muchos, es quien en realidad gobierna. John Saxe-Fernández: “La Casa Blanca tenía una idea clara y precisa del impacto que tendría un huracán de categoría 3, 4 o 5 proveniente del Sur-Sureste de Luisiana sobre Nueva Orleáns. Así se lo hizo saber hace un año la Agencia Federal de Gestión de Crisis que pidió a la Casa Blanca, por medio del secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, tomar medidas para mitigar el desastre, incluyendo el reforzamiento y ampliación de los diques de protección al Norte de la ciudad. El ACE estimó su costo en 14 mm. Ante el drenaje presupuestal de la “reconstrucción” de Irak sólo se asignaron 700 millones. Se habrían salvado miles de vidas. Pero las utilidades empresariales, por la “no prevención” de estas tragedias humanas, son fabulosas.” Halliburton, Irak y Katrina.