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La libertad de expresión, de nuevo

Una sentencia judicial condena a Televisión Española por manipulación informativa: se confirma oficilamente lo que se viene viendo desde hace años: que los Medios de Comunicación públicos no son independientes. No lo eran en la era socialista, pero ahora está cobrando tintes escandalosos. Para Luis María Anson lo escandaloso sin embargo es que se condene a una televisión y no a un trabajador: los Medios de Comunicación no delinquen, deliquen sus profesionales individualmente; quizás hasta ahí podríamos estar de acuerdo, no en cómo el lo justifica: “Los profesionales de TVE, en uso de su libertad de expresión, acertando o equivocándose, ofrecieron la información que consideraron adecuada, según su bien acreditada profesionalidad, sobre la huelga general. Entrar en una sentencia judicial sobre si manipularon o no la información pone los pelos de punta. ¿Corresponde a los jueces decidir si Gabilondo manipula o no la información en la «Ser» y sentenciar según su criterio? Gabilondo puede usar su libertad de expresión como le venga en gana y sólo si comete un delito podrán los jueces sentenciar.” La libertad de expresión, de nuevo.
Marcos Taracido | 28/07/2003 | Artículos | Libertad de expresión

Comentarios

  1. David
    2003-07-28 14:06 Querida Carmen, A mi me gusta en general el argumento de Ansón. La cuestión es ¿tiene sentido la existencia de una tv gubernamental? ¿de muchas si contamos las autonómicas? Mi idea es que si los partidos quieren tener tvs q se las paguen. Libertad de emisión y nada de pagar con dinero público intereses privados o partidarios. Porque desengañémonos, ¿qué sentido tiene la existencia de una tv pública? ¿Cultural? ¿Informativo? Ninguno si existe libertad de emisión para todos, desde los canales barriales o locales en adelante. Las cadenas del estado, desde ETB a RTVE son puritita maninulación en esencia. ¿O es que el estado ha representado la imparcialidad alguna vez? ¿Es neutral el estado? Que yo sepa no. Y menos en los países continentales en los que la propiedad estatal de los medios de comunicación, la existencia de un aparato de propaganda propio es parte y herencia del peligro totalitario. Cuando yo daba clase en la uni a mis alumnos les enseñaban (gentes como Gregorio Peces Barba, con Kim iil Sung el último monarca socialista del mundo) que las cosas malas hay que prohibirlas y que de alguna manera si las prohibes dejan de existir. Puritita perversión: mis alumnos consumían drogas que eran partidarios de mantener prohibidas por ejemplo. Los medios estatales sirven para convencer a la gente de qué cosas son malas e implícitamente dejar camino abierto para su prohibición por los partidos. Ejemplo: la ley de partidos, la LSSICE, etc. Es decir, la política ética que tanto vendió el lado intelectual de nuestra socialdemocracia y que lleva de cabeza al fin de las libertades y la imposición de una moral social sin disidencias permitidas. En fin que la libertad y sobre todo la de expresión es siempre y sobre todo la libertad para decir cosas que atenten contra lo socialmente admitido y bendecido. Los medios de comunicación estatales nunca servirán para eso. Vendámoslos.
  2. Otis B. Driftwood
    2003-07-28 14:18 Marcos, se te ha olvidado poner “de la Real Academia” al lado de Anson (de la Real Academia :) Un saludete.
  3. Sergio
    2003-07-28 14:29 David, quizás el error está en llamar a la televisión gubernamental, en vez de televisión pública (de todos y cada uno de los ciudadanos). Es cierto que mantener una postura imparcial y objetiva es complicado en cualquier medio de comunicación, si no imposible. Pero no creo que venderla sea la solución. Desde mi punto de vista, la televisión pública debe de ser una plataforma informativa y cultural al servicio de los ciudadanos, un medio en el que primen unos valores educadores y de servicio público antes que económicos. Vender la televisión pública significaria esclavizar un medio al lucro, con lo que ello conlleva. Opto por un cambio en el modelo de gestión. Reformar la institución para eliminar su dependencia política del Estado, convertirlo en un auténtico servicio público, y un motor de la vida cultural española. Será un sitio donde se gaste dinero, pero será un dinero bien gastado.
  4. Marcos Taracido
    2003-07-28 16:15 David: Salvo oscuras intenciones por tu parte ;) soy Marcos, y no Carmen. Estoy de acuerdo totalmente con tu análisis, pero no con tu conclusión: deben de existir los Medios de Comunicación estatales porque son los únicos que podrían asegurar una “comunicación” gratuita y objetiva. Y digo “podrían” porque obviamente ahora no es así. Y ahí estoy con Sergio: es imprescindible una redefinición de los organismos, una gestión independiente y evaluada por comisiones externas que busque la imparcialidad. No conozco los entresijos británicos, pero a lo mejor la BBC pudiera ser un primer modelo. Saludos.
  5. El Contradictor
    2003-07-28 16:33 La multiplicación de medios de formación de masas (‘media’), ya sea en manos de intereses públicos (es decir, privados a fin de cuentas) o en manos de intereses privados (es decir, privados desde un principio) lleva en sí misma la semilla de lo aborrecible que en las obsesiones del tío Bioy representaban la cópula y los espejos. La televisión, como muchos sabemos, es nutritiva. Pero, ¡ojo!, no sólo la televisión. La sustitución o ampliación de la actual parrilla de canales público/privados, por una amplía red de canales barriales, locales, ¿personales?, etc., no haría más que agravar las cosas. Mejor sería localizar un lugar donde mirar sin ojos y ahorrarnos de ese modo la pulsión del espectáculo. O aprender a ver y evitar las aglomeraciones. La lectura de Ansón, queda demostrado, también es nutritiva.
  6. Carmen Castro
    2003-07-28 17:25 Querido David, aprovecho ese lapsus del subconsciente que has tenido para entrar en esta conversación, que bien podría ser la continuación de otras que ya hemos tenido. ;) Empiezo respondiendo a la pregunta de si tiene sentido una tv pública cuando ya existen las autonómicas. La existencia y defensa de la tv pública no tiene por qué ser interpretada como una propuesta intervencionista, sino como una garantía precisamente de que la libertad de expresión se complementa por la libertad de elección de la ciudadanía, y el acceso gratuito a la información. Defender el modelo de las tv privadas, ¿no es como defender el modelo de los grandes portales de internet? ¿No crees que debilita el discurso de las libertades? El problema tal y como yo lo percibo, no es tanto la existencia de tv pública sino la perversión en el uso que se hace de ella, desde los equipos de gobierno que sean; aquí coincido con tu anális, aunque no con la conclusión; creo que tanto Sergio como Marcos matizan la cuestión a resolver: necesitamos dar contenidos y criterios de calidad y de funcionamiento que permitan que la tv, como servicio público, funcione de forma independiente. Obviamente esta no es la situación actual, pero no creo que la solución sea vender o privatizar. ¿Por qué no se habla también de privatizar el sistema de justicia, si está manipulado por el partido en el poder? Por cierto, Blair & company llegaron hace un par de semanas a la conclusión de que la solución no está en privatizar, sino en revisar los modos de funcionamiento. A veces me pregunto si el hecho de que la oferta de la tv pública se perciba como el basurero mediático, no obedecerá precisamente a la estrategia de su privatización; ya que dado el control gubernamental que existe en su programación, la responsabilidad tanto de su lamentable estado como de los globos sondas sobre su venta, serían de la misma gente -o casi. ;) Salu2

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