No tengo experiencia con ninguna de las iniciativas de banca alternativa de las que habla Luis Arancibia en su artículo, pero la propuesta de reformar éticamente las entidades financieras es sugerente: Una banca diferente. [Ref.: Dubitatore]
«Y sin embargo necesitamos a los bancos. Cualquier economía requiere del ahorro y del crédito para funcionar y necesita instituciones con capacidad de prestar fondos para emprender proyectos nuevos, financiar iniciativas productivas de todo tipo y, en general, mover la rueda de la dinámica económica.
La solución no es, por tanto, eliminar a las instituciones financieras, sino transformarlas radicalmente para que se dediquen a cumplir la función social para la que fueron creadas, actúen con la transparencia necesaria y dispongan de los mecanismos de control y supervisión necesarios para evitar riesgos para el conjunto de la economía.»