Pues parece que la tendencia es general: Luis Majul se queja de la dereiva política en Argentina hacia el control mediático empezando por la prohibición de preguntar en las ruedas de prensa: Somos periodistas, queremos preguntar.
«Parece una cuestión demasiado obvia como para ser explicada. Pero lo hago de manera deliberada, porque a los máximos responsables del Gobierno no se les puede preguntar nada de manera directa y en condiciones normales. Los dueños de los medios no deberían aceptar que los periodistas que trabajan en sus empresas asistieran a una simulación de conferencia de prensa como la que protagonizaron, por ejemplo, el ministro Julio De Vido y Juan Pablo Schiavi horas después de la tragedia de Once. Primero, porque ese día, más que cualquier otro, había muchas preguntas para hacer y muchas respuestas que dar. Segundo, porque hay muy pocas democracias en el mundo con gobiernos capaces de someter a la prensa a semejante humillación y con organizaciones periodísticas tan débiles como para aceptar en silencio tal destrato.»