El problema del machismo latente (y en ocasiones evidente) en la sociedad sigue ahí, por más que a veces se intente esconder bajo la alfombra. La violencia de género es una de sus consecuencias. Habla Rosa María Artal. De la mujer-mujer a las feminazis y el maltrato.
«Harían falta 255.000 policías para cubrir los tres turnos de vigilancia a las mujeres que han de moverse con protección policial, lo he escrito ya muchas veces. Solo acabaremos con esta lacra con un cambio de mentalidad y no van por ahí los tiros. Los logros de la mujer están en retroceso de nuevo. La educación diferenciada por sexos vuelve a abrirse paso, impulsada por el ultraconservadurismo político. Abdicado ya de tantos ideales, Zapatero convoca a 30 empresarios y todos son hombres. Aunque en realidad porque solo hombres mandan sobre el dinero en este pais. Esos jocosos escritores que nos llaman “feminazis” y todos los machistas que les siguen embelesados están haciendo un inmenso daño. Igual que las voces, pederastas incluso, que ampara Esperanza Aguirre en Telemadrid. Porque también hay muchas mujeres inmensamente machistas, las de la “mujer-mujer“, las (y los) del “algo habrá hecho”. Ella, por supuesto.
Un altísimo porcentaje de chicas jóvenes cree que los novios celosos que las llevan a raya es “porque las quieren”. Y la educación sexual y afectiva de los niños en los colegios sigue siendo presa de enormes tabúes.»