Hace casi dos años la cadena inglesa BBC comenzó a emitir un canal por satélite en persa, y Daniel Burgui Iguzkiza cuenta cómo revolucionó la información en Irán, donde, a pesar de haber sido declarada ilegal, miles de ciudadanos la sintonizan. La luz en el cuarto oscuro.

«Hace un año una charla televisada sobre un tema así, ofreciendo opiniones dispares, era inimaginable en Irán. Y hasta el nacimiento de la televisión de la BBC, ninguna de las cadenas privadas que emiten por satélite se había atrevido. Ni siquiera la industria de “Teherangeles” -los casi 50 canales de entretenimiento que emiten desde Los Ángeles – o Voice of América (VoA), el medio oficial de la Casa Blanca y de indisimulada tendencia contraria al gobierno de Irán. Quizás es por eso que, a pesar de años de emisión no autorizada en el caso de Voice of America, ninguno de ellos había dado tanto dolor de cabeza a la administración de Ahmadinejad. Quizás es por eso que en el mismo mes del lanzamiento, el ministro de Cultura iraní, Mohamad Hossein Safar-Harandi, anunció que el nuevo canal sería ilegal, por tanto no tendría ni corresponsales ni oficina, y si la BBC en inglés compartía imágenes con la nueva televisión de la casa serían expulsados del país. Luego ésta amenaza se extendió a todas las agencias extranjeras. Por último, un consejillo a los periodistas iraníes: que se abstuviesen de colaborar con instituciones “ilegales”.»