Algunos apuntes sobre el primitivismo en el arte del siglo XX, y en concreto en su relación con el expresionismo: Expresionismo y primitivismo: 1910, un texto de Fernando Bruno.
«Analizando el caso del grupo Die Brücke, Lloyd se ocupa de estudiar en detalle los lugares físicos en los que trabajaron y vivieron los artistas y la relevancia de su formación ideológica por sobre la estilística. “El juicio de valor que exalta la importancia del estilo por sobre el tema en el modernismo –afirma–, no puede aplicarse al expresionismo alemán, en el que prima el contenido”. Die Brücke, en este sentido, intentó superar la brecha existente entre artes decorativas y las bellas artes, reintegrando al arte en una praxis vital de acuerdo a un entendimiento particular, y heredado, de las sociedades primitivas.
Según Lloyd, las casas-estudios de los artistas eran adaptadas para reflejar esta búsqueda de la fusión entre arte y vida: se pintaba como se vivía y se vivía lo que se pintaba. La decoración de los espacios, realizada entre 1908 y 1911, incluía así diversos motivos que remitían a la iconografía primitiva; además, durante lapsos de tiempo prolongados habitaron en ellos, junto a los artistas, inmigrantes africanos, alojados por sus anfitriones con el fin de que transmitieran un espíritu original a las nuevas praxis.»