Con Increíble pero mentira: una historia de los falsos documentales (parte 1) Queco inicia una serie sobre la ficcionalización de los contenidos de los documentales por un lado y sobre el uso de la apariencia documental para discursos de ficción por el otro.
«El origen del género es televisivo. Parece ser que el primer falso documental (o, al menos, el primero en tener cieto eco) se produjo en 1957, curiosamente no en un programa de humor sino en un conocido y popular programa de documentales de la BBC. Fue allí donde, a modo de celebración del April’s Fool (el equivalente por aquellos pagos de nuestro Día de los Inocentes, solo que ellos lo celebran el 1 de Abril), y a propuesta del cámara Charles de Jaeger, se produjo una pequeña pieza de tres minutos en la que se hablaba de los cultivos de árboles de spaghettis en Suiza. Tras la emisión, la BBC recibió cientos de consultas sobre la autenticidad del reportaje o sobre el modo en que se podían cultivar aquellos árboles.»