Comentarios

1. Lilian Elphick
   2007-10-03 22:42

   ¿Todo pasado fue mejor? : “Mujeres que sabían llevar una falda tubo y andar con garbo, con o sin tacones, mujeres con caderas y pechos y piernas y culo, pero en su justo término. Hoy es ya muy raro verlas”. Qué lástima para el señor Marías porque el mundo está poblado de ‘mozas no muy gallardas’ que no son machotas ni lesbianas ni groseras. En este universo me incluyo yo que, oh, sorpresa, jamás he llevado falda tubo y tengo todas mis presas bien instaladas en mi cuerpo. Y soy de esas feministas que se atreven a decir las cosas por su nombre sin ninguna necesidad de ser ‘maleducada’. Porque, aparte de las tetas y el culo, tengo cerebro. En su justo término. Es clarísima la violencia simbólica que se evidencia en el comentario de Javier Marías.
   ¿Es urgente que vaya al psicólogo? Sí, por supuesto. Necesito una terapia para soportar con paciencia la estupidez humana.

2. Andrea
   2007-10-04 03:06

   Me ha gustado mucho la columna de Marías, autor que pocas veces defrauda o se equivoca en sus columnas. No entiendo por eso la reacción exacerbada de la persona del comentario anterior, especialmente depois de entrar en su blog y comprobar que está pleno de caderas, pechos, piernas y bundas. ¿No hay “violencia simbólica” cuando la practica uma autonombrada feminista? Está la estupidez y también la hipocresía.

   Beijos,
   Andrea

3. Lilian Elphick
   2007-10-04 03:57

   Al parecer, Andrea no entendió lo que escribí. ¿Acaso soy hipócrita por manifestar lo que pienso? Al contrario. No escondo nada a nadie; me muestro tal cual soy: aquí, en mis escritos, en mi blog, y en todos lados. No critico la obra literaria de Javier Marías ni todas sus columnas. Cuestiono un comentario puntual.

   Soy feminista (a falta de un mejor nombre) y a mucha honra. La imagen de la mujer ha sido idealizada o denigrada por años y años por el imaginario masculino y el femenino también.

   Con respecto a la violencia simbólica nos dice Bourdieu, “el efecto de la dominación simbólica (trátese de etnia, de sexo, de cultura, de lengua, etc.) no se produce en la lógica pura de las conciencias conocedoras, sino a través de los esquemas de percepción, de apreciación y de acción que constituyen los hábitos y que sustentan, antes que las decisiones de la conciencia y de los controles de la voluntad, una relación de conocimiento profundamente oscura para ella misma” (Bourdieu, 1998: 53-54). La fuerza simbólica, por lo tanto, “es una forma de poder que se ejerce directamente sobre los cuerpos y como por arte de magia, al margen de cualquier coacción física” (Bourdieu, 1998: 54), es una violencia que se ejerce de manera suave, invisible e insidiosa en lo más profundo de los cuerpos. (Marta Plaza Velasco. Sobre el concepto de “violencia de género”. Violencia simbólica, lenguaje, representación).

   Creo que lo más urgente es escapar del estereotipo, de los cánones de belleza, de la cosificación. Todos, hombres y mujeres, debemos trabajar en esta tarea.