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Textos del cuervo por Marcos Taracido

TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.

Monstruos y escraches

El único recuerdo que guardo de cuando en mi infancia vi el Frankestein de James Whale es la angustia que me causó la persecución del monstruo por la horda de campesinos y la quema del molino con él dentro. Repasándolo ahora me parecen impresionantes las escenas que preceden al linchamiento, con la niña muerta en brazos y el dolor y la indignación general. Y sin embargo, me aterró mucho más la masa enfurecida, ese enjambre movido por hilos finísimos y extraños, cuyo zumbido va creciendo hasta llegar al estruendo. El monstruo era víctima, y culpable. Mi memoria juega ahora a reconstruir el origen de mi rechazo de toda multitud acusadora asentándolo en la ficción.

Pocos años después me impresionó mucho Invasión de los ladrones de cuerpos (Philip Kaufman, 1978). Allí el terror venía mucho más de la masa acusadora que de los entes extraterrestres que afectaban al cuerpo de una manera tan poco violenta como definitiva. No, era la muchedumbre, esos zombis sensitivos e inócuos cuyo mayor daño consistía en señalarte y hacer ruido para marcar tu posición y dejarte en evidencia e indefenso, sin poder ocultarte porque allá donde fueses serías detectado y mostrado.

Después, siempre me he sentido molesto ante esas escenas de telediario en que anónimos ciudadanos esperaban a la entrada o salida de los juzgados a encausados más o menos mediáticos o sangrientos para increparlos y verter sobre ellos todo tipo de acusaciones e insultos. Me preguntaba cómo era tan fácil prejuzgar o juzgar hasta el punto de trasladarse a buscar el contacto verbal, qué ira u odio podía mover a ese ensañamiento.

Llevo varios días defendiendo el escrache. Entiendo la indignación; entiendo la impotencia ante la impunidad y el descaro, entiendo la necesidad de alternativas no violentas ante el desfalco y el desierto moral de quienes tenían que preocuparse por y con nosotros, entiendo la legitimidad y la organización; más: me regocija ver su molestia, su reacción autoritaria ante lo que se les escapa de las manos porque no entra en sus fronteras de control, me alegra su vergüenza. Pero no puedo evitar acordarme de la ficción: no me olvido del monstruo, de su angustia, de su incomprensión y de la de los que pudiesen quererlo cuando le alcanzasen las llamas, no me olvido de la incomodidad que me produce el señalamiento, el dedo y el grito acusador, no me olvido del miedo que me producen los juicios populares. Así que yo no quiero participar en un escrache, por si los monstruos.

Marcos Taracido | 04 de abril de 2013

Comentarios

  1. Álber Vázquez
    2013-04-04 14:45

    Pues yo estoy en contra de los escraches. Como a ti, me indigna la actitud de algunos políticos (a los cuales, por otro lado, ha elegido libre y democráticamente el pueblo). Y me encanta que la indignación prenda en la gente, que la gente levante la voz, que no se conforme, que proteste… Pero me enerva tanto la turba… La masa enfurecida es, por definición, peligrosa, fascista e injusta. Si no siempre, sí casi siempre.

  2. Cayetano
    2013-04-04 14:57

    En mi opinión, según la información que tengo, las organizaciones que practican este método de protesta son bastante civilizadas. Sin embargo hay toda una pandilla de publicistas hideputas que están consiguiendo convencer a los espectadores de que dichas organizaciones son una masa informe y ultraviolenta. Obviamente ganaran los de siempre: Aquellos que obligan a legislar a los representantes de la chusma en defensa de quienes han creado un sistema financiero infame. Manda el amo y se jode el esclavo (nada nuevo)

    Si no hay horcas, rastrillos, hoces y antorchas… en manos de la chusma hay solución, se manipula la imagen y la información para aplicarles los mayores castigos que pernitirán las nuevas leyes que nos protejan del terror. Pero de cambiar leyes que perjudiquen a la banca nada, de nada.

    Así todo el rato, nada cambia

  3. Cayetano
    2013-04-04 15:32

    Para que conste: El texto (su construccion formal) es precioso, pero no me gusta el fondo. Creo que hay que temer a las masas codiciosas y descontroladas que trabajan en sitios parecidos a las torres gemelas de niuyork o en el mercado de futuros de chicago, ese donde especulan con el precio de los alimentos y condenan a la chusma a morir de hambre :-)

    De los edificios en spain donde se concentran las masas especuladoras mejor no hablar, entre otras cosas, porque como de las migajas que caen de sus mesas (ejercicio de cinismo)

  4. Alberto
    2013-04-04 16:04

    Pensaba algo parecido a Cayetano en el comentario 2: no sé, desde el momento que no es una turba descontrolada sino un grupo que se organiza y sigue unas normas que han decidido… se elimina el efecto “masa enfurecida”, ¿no?

  5. Álber Vázquez
    2013-04-04 16:06

    Y por eso, todos los de las Torres Gemelas merecían su suerte.

    Hay algo peor que la turba: quien la justifica, le ofrece el pase de la contextualización y, en suma, la defiende.

  6. Cayetano
    2013-04-04 16:13

    Alber: Ni defiendo ni justifico, si lees atentamente comprobaras que digo: vivo gracias a las migajas que que caen de ese sistema. Solo constato un hecho

  7. Álber Vázquez
    2013-04-04 16:31

    Yo siempre leo atentamente. De hecho, soy un lector cojonudo.

  8. Alberto
    2013-04-04 16:40

    Valiente barbaridad acabas de decir en el comentario 5, Álber. Terrible.

  9. Cayetano
    2013-04-04 16:55

    Alber: Entonces es cosa mia que escribo con prisas y fatal.

    El ejemplo de las torres no es muy adecuado, estaba pensando en como un acto violento justifica (según parece) una reacción violenta aun mayor.

    Es un proceso que se repite constantemente: Los de la plataforma 15M o la de StopDesahucios no son (en mi opinión) violentos pero hay que incidir en la pura anécdota, o poner el foco en el enfrentamiento con la policía, o inventar o manipular la información para hacerlos parecer violentos y justificar así leyes que impidan el derecho a manifestarse.

    Personalmente creo que esos métodos son ineficaces. Soy partidario del trabajo y el esfuerzo realizado por el juez José María Fernández Seijo a raiz de la orden de desahucio contra Mohammed Aziz

    Esa es la vía correcta, pero si los tribunales y los legisladores no resuelven el problema será inevitable una escalada de violencia

  10. Álber Vázquez
    2013-04-04 16:57

    Iba en Ironic Mode ON.

    Soy un lector cojonudo, pero un pésimo escritor, sorry…

  11. Marcos
    2013-04-04 17:01

    Soy consciente de que mi texto es complicado, porque entiendo que mi postura es complicada; lo que trato de decir es que, teniendo claro todo lo positivo que decís del escrache, yo no sería capaz de hacer uno por lo que tiene de acusación extrajudicial. Insisto: no me enorgullezco, pero me alegra ver a los políticos del PP azorados y preocupados por esto. Pero pensemos: ¿qué diríamos si una asociación antiabortiva se organiza para hacer escraches a mujeres que abortan, o a políticos que promueven leyes proaborto? Poned en el lugar de “aborto” cualquier otro tema.

    Saludos

  12. Álber Vázquez
    2013-04-04 17:02

    A mí, Cayetano, que la gente se quede sin casa me parece una sinvergonzonería mayúscula. Dicho lo cual, a los del PP, incluido Rajoy y su pantalla de plasma, los ha elegido la gente. Ojo al dato, porque es importante: a ellos los ha elegido la gente; de hecho, volverían a salir elegidos si hubiera elecciones generales hoy.

    A la turba no la elige nadie.

  13. Cayetano
    2013-04-04 17:02

    Alberto: (8) yo todo esto me lo tomo como un componente más del Mercado de la Atención :-)

  14. Cayetano
    2013-04-04 17:29

    Ahora en serio Alber, llevamos años reclamando un centro de rehabilitación a osakidetza que implica, además, un ahorro importante para la sanidad pública.

    Es desesperante toparse con el muro de la indiferencia de los responsables políticos con un tema que mejoraría la calidad de vida de más de 8000 personas (solo en el PV) y que no les iba a costar ni un duro. Viendo que las vías de “participación” ciudadana no funcionaban se optó por cambiar de estrategia. No son vías democráticas sino maquiavélicas, nada violentas, pero… mejor me callo

    Creo, que se ha optado por la vía fácil: La bronca permanente. Para cambiar la ley hipotecaria se necesitan muchas horas de trabajo legal, reuniones, recursos, etc. Y quienes están desesperados por haber sido desahuciados no tienen tiempo ni ganas ni medios para conspirar contra el sistema financiero.

    Suponiamos que nuestros representantes políticos tenían la misión de protejernos. Pero cuando ves cosas como ésta acabas por no creer en nada.

    No me siento especialmente agredido por el sistema, pero si los representantes de pueblo (me suena a chiste) siguen agrediendo de esta forma a sus electores las cosas no pueden acabar bien. Aún menos si se reduce el presupuesto en educación para amansar a las masas (que puede devenir en chusma enfurecida)

  15. Cayetano
    2013-04-04 17:41

    Marcos: (11) Pues me parece un ejercicio perfectamente lícito de libertad de expresión. Aunque no me guste

  16. Marcos
    2013-04-04 18:08

    Que es lícito está, al menos para mí, claro, aunque sólo sea porque es imposible controlarlo. Fíjate que en el texto digo “legítimo”. Otro tema es que me guste.

    Saludos

  17. Ana Lorenzo
    2013-04-12 11:08

    Marcos, estoy con Cayetano en que el texto es precioso.
    Y estoy contigo en que cuando al monstruo se le señala, se le echa encima la jauría, hay que ser muy insensible para que no se te convierta en una víctima confusa y asustada.
    Recuerdo que mi madre odiaba a una política de manera visceral; cada vez que salía en la tele se metía con ella de tal modo que a mí lo único que me surgía era defender a la mujer: «mamá, no hagas que me dé pena; tu odio es tan brutal que hace que me identifique con ella más allá de sus decisiones y su personalidad»; pues lo mismo pienso con los escraches: no me pongáis a esos cerdos como víctimas, porque sólo surge en mí el defenderlos.
    Bss.

  18. Jose Eburi Palé
    2013-04-17 15:27

    Está bien.
    Pero pienso que hay cosas con las que no conviene divagar en exceso, por la capàcidad que tiene la divagación de transmitirr la duda.
    Si los que practican el escrache nos recuerdan a los monstruos de ficción, mal asunto; porque la pregunta sería:
    ¿Quien ha convertido a ciudadanos normales y desesperados en seres monstruosos?
    Y la respuesta es:
    Un monstruo aún mayor y más capaz de provocar PAVOR con mayúsculas.
    A mi me producía mayor pánico la monarquía esperpéntica, absolutista, monstruosa y despótica de un señor llamado Luis XVI, que el campesino amotinado asaltando Versalles.
    La paradoja es que, una vez creado, asumido, y materializado un monstruo, queda abierta la puerta para que, por reacción, se creen otros monstruos, únicos capaces de aniquilar a los primeros.
    Es la condición humana.
    ¿Era más monstruosa la situación social en la Alemana pre-nazi, o lo fue después, y como consecuencia de la primera, HITLER?
    ¿Eran monstruos los indios Cherokees por asesinar colonos en la tierra de la libertad prometida, o fueron consecuencia de la actuación monstruosa de los colonos que finalmente provocaron un genocidio de los primeros pobladores de América del Norte?
    Y así, sucesivamente.
    El hambre y la injusticia, efectivamente crean monstruos.
    Pero el mayor y primigenio monstruo es el ejecutor de la aparición de ese hambre y esa injusticia. Y desde luego el másTERRORIFICO.

  19. Álber Vázquez
    2013-04-18 17:25

    Todo esto no es más que palabrería… ETA se pasó décadas matando a gente bajo ese simple argumento: reaccionamos violentamente para defendernos de una violencia anterior.

    Por eso, todos estos argumentos que ahora leo y escucho en bocas de personas que se creen legitimadas para actuar como lo hacen por el simple hecho de pensar “que tienen razón” me causan pavor y espanto.

  20. Cayetano
    2013-04-18 18:20

    Mientras cumplan la ley

  21. José Eburi Palé
    2013-04-20 15:34

    Pues vaya, comprendo que, aún para un lugar que considero “limpio” de devaneos, como este, sea muy, pero que muy difícil, abstraerse de dogmas políticos consabidos y estándar.
    Pero vaya, llegar a mencionar a ETA en este tema me sobrepasa y acongoja sobremanera.
    Cosas del país, eso somos y así son nuestras esencias y neuronas. Implacables, volcánicas y arrolladoras.
    Por eso surgen Picasos, Velazquez, Goyas y Cervantes.
    Pero no políticos de talla ni democracias de bien.
    ¡Que inventen ellos!
    Pues que inventen, lo demás….es palabrería.


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