TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
1. Cuando hace años conocí la historia de Ernest Shackleton y el viaje del Endurance a través de la Antártida quedé atrapado como muy pocas veces lo han conseguido otros relatos. La causa del magnetismo fue la inimaginable persistencia que tuvieron que mostrar los 28 hombres de la tripulación enfrentándose al frío, la desolación y la falta de horizonte para, tras dos años perdidos y dados por muertos, sobreviviesen. Dos años en el hielo, sobre glaciares a la deriva, resquebrajándose, perdiendo poco a poco cada pequeña esperanza que les quedaba y con la certeza de que sólo por sus propios medias podrían alcanzar el rescate. Dos años, un día tras otro enfrentando la monotonía, el viento helado apenas amortiguado por las tiendas, o avanzando unas decenas de metros cada día arrastrando los botes, o embarcados en ellos, soportando el oleaje del Mar de Weddel.
2. ¿Cómo enfrentarse a ese relato? ¿Cómo se cuenta esa desolación? ¿Cómo se trasmite esa fortaleza?
3. La tarea de Luis Bustos era titánica; adaptar un relato histórico, tan conocido, tan falto de acción y tan emocionante a un tiempo. Endurance (Planeta DeAgostini, 2009) es una obra fallida. El cómic resulta correcto, bien narrado, bien dibujado, ll lector que no conociese la historia le gustará, pero se quedará muy lejos de sentir el abismo que supone la epopeya de esos hombres.
4. Siempre me he preguntado cómo no había una gran película sobre el Endurance y tras leer el cómic lo entendí: porque el dinero que habría que invertir para hacerla sólo podría ser recuperado con una película que no reflejase la verdadera pesadilla que supuso el viaje: la quietud; lo admirable está mucho más en la espera, en lo anodino, en la lenta congelación, en aceptar el sonido monótono y constante del hielo y el viento, que en los momentos de acción. Y Bustos renuncia a eso.
5. Shackleton cuenta en sus diarios cómo en el último tramo, cuando él y otros dos compañeros caminaron durante dos días sin descanso a través de un macizo nevado para buscar ayuda, sintió la presencia de alguien que los acompañaba. Una excusa narrativa perfecta para el dibujante y el relato, ese final alucinatorio mientras caminan, desesperados, por la cumbre helada y escarpada de un islote, y Bustos dilapida en un diálogo de dos frases a su llegada al puerto.
6. Las fotografías que Frank Hurley tomó durante el viaje son una especie de factura: ocurrió, esas son sus caras, ese el barco, ese el hielo, esos los minutos, las horas y los días fragmentados, esa la victoria sobre la tierra baldía, y sobre el tiempo.
2011-10-20 17:54
Tal como lo cuentas, me ha entrado un cosquilleo… Tengo ganas de leer esta aventura.
2011-10-20 18:06
Y eso que el artículo iba a ser mucho más completo, pero no pude porque un ajedrecista obsesivo me tuvo hasta las tantas corrigiendo pequeñeces :)
Saludos
2011-10-25 17:16
Transmite mucho la historia! Me encantaría leerla, aunque sea anodina como tú dices.
2011-10-27 21:07
Al hilo de esto me ha venido a la memoria un cuento de Jack London titulado “Encender una hoguera”. Sobrecogedor.
2012-06-13 15:22
Casualmente encontré esta magnífica fotografía tomada a bordo del Endurance, mientras el barco estaba encallado en el hielo, donde se ve a Frank Hurley (a la izquierda) jugando una partida de ajedrez con Leonard Hussey.