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Textos del cuervo por Marcos Taracido

TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.

La indignación y el final de la mecha

Resulta muy difícil comprender el éxito fulgurante y masivo de Indignez-vous!, de Stéphane Hessel, y uno tendría que recurrir a darle sentido dentro de una operación comercial de su editorial, sino fuese por el reducidísimo precio al que se vende, que no da margen para grandes ganancias. ¿Y por qué esta dificultad para entender los millones de copias que ha vendido, y su velocísima difusión por Europa? Veamos:

  • El libro no tiene más de 30 páginas (aquí en epub), que en la edición española se doblan gracias a un prólogo y un epílogo con el perfil biográfico del autor, y un generoso tamaño de letra. No se trata de un ensayo, sino más bien de un artículo largo, de esos que llenan cuatro columnas en la edición dominical.
  • Su extensión no tendría por qué ser un motivo esencial para no entender su éxito, pero es que en tan escasas páginas resulta complicado desplegar un argumentario sólido, y de hecho Hessel no lo hace: las razones que aporta el autor francés para llamar a la indignación son puramente sentimentales, poderosas, sí, pero sentimentales: si ellos se enfrentaron a los nazis desde la Resistencia unidos por un motivo común, este es el momento de que todos nos debemos unir para defender los derechos que se ganaron entonces y que se están perdiendo. Y sí, hay una lista de esos derechos, pero es eso, una lista, no un análisis o una reflexión sobre causas, orígenes, motivos…
  • El libro tiene una sencilla síntesis: indignémonos. No hay más. No se dan pautas para canalizar esa ira social, no se apuntan formas ni modos, ni siquiera se fija un enemigo claro, sino etéreo. En realidad uno puede leer el prólogo de José Luis Sampedro y prescindir del resto, pues se trata de un resumen perfecto.

Pero además, ¿cuál es el lector ideal de este libro? Hessel se dirige en varias ocasiones a «los jóvenes», y dudo mucho que estos sean su lector real. Temo que la inmensa mayoría de sus compradores sean maduros convencidos de antemano de la necesidad de indignarse, y como casi siempre y casi todo utilizan el texto como reafirmación: sus lectores acuden al libro como un afiliado al mitin de su partido. Y en cualquier caso, si un lector inocente lo leyera difícilmente encontraría en él algo más que una consigna, que un empujón hacia un estado de ánimo con el que después uno no sabe qué se puede hacer. Decía que el libro tiene una síntesis sencilla, la indignación, no hay más: ni menos, quizás ahí radique su fuerza, en la sencillez del mensaje, y en la necesidad de escuchar de una voz de autoridad lo que uno viene sintiendo como una desazón inconcreta.

Leí el libro el día que comenzaron las movilizaciones que persiguen una democracia real y que protestan por la injusticia social y la dictadura económica. Desde ese domingo 15 de mayo hasta hoy, tan sólo cuatro días, todo ha crecido de un modo ilusionante e igualmente inconcreto. No puedo evitar el escepticismo. Temo que el listado de reivindicaciones caiga en el olvido por falta de apoyos (son/somos la minoría, quizás inmensa, pero minoría), y porque en definitiva esas reivindicaciones necesitan de la clase política que se denigra para llevarse a efecto. Echo en falta mecanismos de lucha contra lo que se protesta, propuestas prácticas que permitan que la revolución venga directamente desde el ciudadano, sin mediaciones, una especie de manual de desobediencia civil y económica que obligue al cambio por la vía de los hechos.

Ya estamos indignados, ¿y ahora qué?

Marcos Taracido | 19 de mayo de 2011

Comentarios

  1. Rafael F.Font
    2011-05-19 13:03

    Creo que se han hecho muchos análisis muy profundos de muchas cosas que dan motivos para la indignación. Pero la gente no sale a la calle en base a informes, sale a la calle cuando se le toca lo sentimental, quizá eso explique el “triunfo” de la obra de Hessel. La lista de imputados que se presentan a las elecciones es un hecho, pero no una llamada a la acción. Hessel no presenta hechos, pero sí la llamada a la acción.

    Por cierto, creo que hay un segundo libro de Hessel, “Comprometeos”.

  2. Cayetano
    2011-05-20 12:23

    Estoy de acuerdo en que faltan espacios donde los ciudadanos puedan debatir y organizar la vida en común (no olvidemos que estas elecciones son municipales). Este movimiento queda aparente e incluso hay quienes ven motivos de esperanza para un cambio, pero es mera ficción, puro fuego de artificio. Los hechos son éstos y los ciudadanos no tienen poder, ni deciden sobre cómo equilibrar y repartir las recursos disponibles.

    Hace tiempo que no me creo la cantinela del diálogo y la escucha: Puro Marketing. Hasta donde yo se los Mercados (pongan aquí nombres y apellidos) no entienden de dialogo civilizado.

    Decir que, solo la violencia extrema (la misma que utilizan cuando se embarga una vivienda por impago o por expropiación forzosa de tierras en aras del “bien común” ). pero claro, esto es politicamente incorrecto.

    ¿Quien va a impedir ésto?

    Concretando, los mercados tienen nombre y apellidos, algunos nombres de los banqueros que más ganan: Alfredo Sáenz (B. Santander) Francisco González (BBVA), Eilio Botín (B. Santander) Ángel Cano (BBVA), Ana Patricia Botín (Santander) … y un largo listado. Mientras sigamos creyendo que esto es legítimo y tengan poder para desarrollar las leyes a su gusto nada se puede hacer.

    La pregunta es ¿alguien cree que los tiburones cambiarán su comportamiento mediante el diálogo y el buen rollismo?

    Aquí tenemos cacique local y avaricioso. Puedo afirmar que ni los concejales de Bildu tienen capacidad para limitar su codicia. ¿Qué se puede hacer? Tengo una idea bastante precisa, pero a nadie le va a gustar.

  3. Alberto
    2011-05-20 12:33

    Vale. Guay, revolución armada y guillotinemos a los responsables en la plaza Mayor.

    Después de eso qué es lo que pasa.

  4. Cayetano
    2011-05-20 12:42

    Mi idea, Alberto, no es levantarse en armas ni la violencia. Es mucho más sencillo pero esto requiere una larga explicación o texto. Pero me atrevo a realizar un pronóstico: La fuerzas del orden terminarán disolviendo esas manifestaciones si continuan el sábado o el domingo. Al “Estado de Derecho” no le queda otra opción.

  5. Cayetano
    2011-05-20 14:11

    Venga, otro ratito :-)

    Para aclarar el tema, lo que quiero decir es que para cambiar las cosas, teniendo enfrente a quienes tenemos, es inevitable la violencia. Si realmente se quieren cambiar las cosas y hacerlo bien se requieren ideas claras y muchos años de trabajo callado y nada “revolucionario” o espectacular. Esto son puros fuegos de artificio, es destapar la botella de gaseosa y perder la fuerza en poco tiempo, revoluciones de usar y tirar, mera anécdota.

    Ahora viene mi broma favorita: Lo menos revolucionario de todo es usar Facebook o Twitter utilizando software y hardware propietario. Me parece un chiste que usuarios de redes sociales, o productos Apple y Microsoft se pongan la boina del indignado.

    No están los tiempos para hablar de revoluciones espirituales. Vale es una idiotez, pero a mi me pone de muy mala hostia: Gente que utiliza productos manchados de sangre para montar una revolución de domingueros. ¿De eso no toca hablar hoy?

    Más que nada por provocar.

  6. Alberto
    2011-05-20 16:55

    ¿Sabes lo que dijo mi suegro cuando ganó España el Mundial? “Mierda, jamás volveremos a llegar a este nivel”.

  7. Marcos
    2011-05-20 17:45

    Maldita sea, me siento obligado a decir algo porque estáis comentando en mi artículo.

    Cayetano, creo que te equivocas: no va a desalojar las plazas, no lo harán porque no les interesa la imagen que saldría de ahí.

    Por lo demás, sí, claro, entiendo lo que dices de Apple y Microsoft, pero siempre de un modo relativo: llevado a esos extremos pocas cosas podríamos utilizar o hacer que no estén manchadas de sangre. Es un poco como esa el vegetarianismo llevado al extremo: ¿por qué un pollo no pero una zanahoria sí? O esos que van pisando con sumo cuidado para no matar a ningún ser vivo, ignorando u obviando que cada vez que posan el pie en el suelo aplastan a miles de microorganismos.

    ¿Y se llegará a algo? Pues seguramente no, pero ¡que nos quiten lo bailao!

    Saludos

  8. J E P
    2011-05-20 19:52

    3.Alberto
    2011-05-20 10:33
    Vale. Guay, revolución armada y guillotinemos a los responsables en la plaza Mayor.

    Después de eso qué es lo que pasa…………………………………

    Si se hubieran hecho tantas preguntas durante la revolución francesa, hoy dia estariamos en otra cosa.

    Y si, yo si estoy a favor de la violencia, esta gentuza (sistema corrupto poderoso), no va a reaccionar ante ningún otro tipo de presión de gentes sencillas, no lo dude nadie.

    Veamos: La OTAN bombardea Libia en nombre de la democracia y al parecer eso no es violencia para depende que mentes doctas.

    Un momntón de gente indignada, entre la que me encuentro, simplemente acampa en la calle, y eso, ¿si es violencia?

  9. Cayetano
    2011-05-20 21:44

    Como siempre estas denuncias son falsas

    Marcos: he escogido un ejemplo tecnológico, de acuerdo que se puede ser más moderado. Solo señalo que los movimiento del S.L., el copyleft, el consumo responsable, ecológico, etc. acaban siendo digeridos por el mercado. De ahi mi radicalidad.

    Alberto: Tengo esperanzas de que superemos ese nivel. Con todo, a estas alturas, solo creo en las revoluciones personales. Las sociales implican siempre un alto grado de violencia.

  10. Cayetano
    2011-05-21 11:38

    Olvidé señalar que la mención a Apple tiene que ver con esta noticia Al final va resultar que el 15M es una movida publicitaria de la empresa de la manzana :-)

  11. Cayetano
    2011-05-21 18:23

    Pues va a ser que Marcos tenía razón: creo que te equivocas: no va a desalojar las plazas, no lo harán porque no les interesa la imagen que saldría de ahí Estoy empezando a alucinar con el Ministerio del Interior y con mi total y absoluta ignorancia de lo que se cuece en la capital del Reino

    Bueno, mañana aquí en Mañaria, tambien tenemos nuestra propia revolución, confiemos en que salga todo bien y se acabe un monopolio que dura más de 10 años.

    Saludos


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