TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
1. Misfits es una serie iconoclasta, heterodoxa y genial, llena de defectos y bordeando constantemente el abismo sin llegar a caer en él nunca.
Es una serie absolutamente postmoderna, hecha de retazos, de naufragios y ruinas de otras ficciones pop, un Frankenstein vital y un perfecto espejo del humano urbano de este inicio del siglo XXI.
2. La serie tiene aciertos estructurales ejemplares. El mayor es, quizás, el de mostrar sus cartas en los primeros minutos de la epopeya: si la premisa es complicada, si es una que puede ser difícil de aceptar por el receptor, si puede alienarlo y perderlo, entonces enséñala de inmediato: a los pocos minutos del primer capítulo, tras una brevísima presentación de los personajes, unos jóvenes condenados a trabajos comunitarios por pequeños delitos sufren los efectos de una tormenta que los convierte en extraños superhéroes. Si en ese momento lo aceptas, no huyes, entonces te enamoras de la historia.
3. Misfits va un paso más allá en el género de superhéroes; ya no se trata de su decadencia en un mundo apocalíptico, como en Watchmen, sino de la singularidad como una carga, del superpoder como una lotería incómoda que uno no sabe cómo invertir. Ninguno de los chicos aprovecha su nueva capacidad, no hacen nada con ellas más allá de salir de los líos en que se van metiendo o en que los meten otros afectados, pero sólo los usan para la defensa del grupo, de la pequeña tribu.
4. Misfits es otro realismo mágico, muy parecido a aquel en algunos de los recursos que le dan verosimilitud. Recordad aquel «Un hilo de sangre salió por debajo de la puerta», en el que García Márquez seguía ese recorrido por entre calles y casas hasta llegar a la cocina de Úrsula de tal modo, con tal detalle, que no quedaba otra que aceptarlo maravillado. En la serie inglesa los personajes son muchachos que puedes encontrar en cualquier extrarradio, barrio industrial, chonis, freakis, deportistas… todos tan cercanos te predisponen a aceptar el lado fantástico de sus vidas.
5. Pocas segundas partes hay que mejoren a las primeras. Muy pocas. Una es la del Quijote, y uno de los motivos es la metaficción, la profundización en aquello que de bueno tenía la primera, su uso. La segunda temporada de la serie inglesa se enfrentaba a la gran dificultad de superar o igualar a la primera y optó por no cambiar apenas nada, pero sí acentuar las autorreferencias e intensificar la autoparodia, en algunos personajes, como Nathan, hasta casi el paroxismo.
6. ¿Se trata en el fondo de una serie conservadora desde el punto de vista ideólogico? No lo hubiese creído si no me hubiese parado a pensarla preparando este texto. Desde la primera temporada me llamó la atención el reparto de los superpoderes, y por encima de todos el de Alisha. Todos reciben poderes relacionados con la parte más oscura o débil de su personalidad, pero a todos les sirven para algo, les ayudan en momentos determinados o sirven para salvar a alguien o a sí mismos. No así el de Alisha: a la preciosa joven de sexo fácil y promiscua le es concedido un remedo del don del rey Midas: todo el que la toca se vuelve en una especie de frenesí sexual por poseerla que en la práctica le impide todo contacto con el resto de los humanos, salvo cuando encuentra el verdadero amor.
7. No acabo de entender el modo en que funcionan algunas productoras o cadenas a la hora de asignar el público objetivo para un producto televisivo. Siempre he pensado que Los Simpsons no es una serie para niños, ni siquiera para adolescentes, sino para adultos, por más que les encante a aquellos. Sin embargo, el horario de emisión y el márketing apuntan a los menores. Misfits se estrena en Inglaterra en una cadena de perfil juvenil, y en España está emitiéndola la MTV, cadena para adolescentes, en horario estelar. Misfits, como Los Simpsons, no será comprendida por los chavales en su mayor parte, pero también está la certeza de que el público adulto, en su inmensa mayoría, nunca entrará en la serie. Posiblemente sea un problema de formato (dibujos animados, superhéroes) tradicionalmente asignado al público infantil o infantilizado, pero puede que quizás también sea un problema de lo que yo entiendo por una ficción adulta, que tiene mucho más que ver con la argamasa con que está construida que con su superficie, y con la disposición del receptor a llegar hasta ella o no, y eso nada tiene que ver con la edad, y sí mucho con la madurez y la decisión de hacerlo. Y Misfits tiene cemento del bueno.
2011-05-12 15:48
No entiendo muy bien a qué te refieres con lo de serie conservadora a nivel ideológico. Es una serie muy políticamente incorrecta, lo cual no implica que sea conservadora o no, obviamente, pero creo que desde el primer momento lo que hay de trasfondo es cómo el poder establecido no hace nada ni remotamente útil para ayudar a que los postadolescentes ‘descarriados’ hagan algo con sus vidas. Todos los encargados del centro, la policía, los curas, etc., son bastante más deleznables que cualquiera de los protagonistas.
Lo de los horarios es un tema extraño. Los Simpson en EE.UU. creo que se emiten por las noches, de todas formas creo que es una serie con muchas capas que puede hacer gracia tanto a niños como a adultos, lo que pasa que un niño/adolescente no entenderá ni la mitad.
Misfits en ciertos sentidos es una serie muy adolescente, por temáticas y demás, pero no creo que alguien de 15 años le saque el mismo jugo que alguien de 30, por decir algo.
2011-05-12 17:57
Estoy de acuerdo contigo, sólo digo que me llama la atención ese reparto de superpoderes: Alisha es la única que no aprovecha para nada su superpoder, es claramente un castigo, y ese castigo sólo desaparece cuando realmente ama a alguien; en principio eso parece un mensaje conservador. Sólo es un apunte.
Saludos
2011-05-14 18:10
Depende mucho de cómo entiendes el reparto de poderes.
Para mí —porque nunca se ha dicho explícitamente— responden siempre a una pregunta:
- ¿Qué deseas?
- Poder hacerse invisible, poder saber lo que piensan los demás, poder cambiar el pasado, ser deseada, ser inmortal…
Pero también:
- Destrozar a esos niñatos, recuperar a mi perro, volver a ser joven, que sepan lo que es quedarse calvo, conseguir un padre, ser bueno…
O
- Ser otra persona, ser más fría, ir a otros lugares, vivir en un videojuego, tatuar a la gente con cosas importantes, destrozar a los pretendientes de la niña, ser humano, servir leche…
El problema de Alisha es que su deseo es poco útil del modo habitual. Si hubiera deseado manipular a la gente —si fuera pero persona— le hubiera ido mucho mejor. Pero ella no quiere manipular, quiere “ser querida”. Por eso al principio se divierte con su poder hasta que descubre lo “vacío” que eso resulta.
El viaje de los personajes es importante, de dónde salen son sus deseos, a dónde llegan es por qué logran superarlos. Por eso Alisha le dice a Simon que no tiene que ser invisible nunca más.
Para Simon es un poder útil —y lo lleva mucho mejor que Kelly el suyo propio o Nikki el heredado— pero para el final de la segunda temporada ya no representa sus deseos. Por eso cuando vuelve a ser él tal y como era —cuando estalla toda la situación de los poderes, por ejemplo— tiende a hacerse invisible pero el tiempo que pasa es mucho menor que al principio.
Lo que hace mucho más interesante ese último poder que vemos en marcha —Deseo traficar con material valioso— porque los chavales van a elegir conscientemente, y esa elección significa que les van a poner delante un mostrador y les van a decir, esta vez directamente:
¿Qué poder deseas?
2011-05-14 18:18
Sí, ese final es muy prometedor, y perfecto como expectativa para la tercera temporada, pero al mismo tiempo parece que transformará la serie precisamente por eso que dices: ya no será un poder dado, sino elegido conscientemente, y van a necesitar mucho talento los guionistas para seguir manteniendo la calidad.
Parece claro el poder que elige Simon, y cualquiera juraría que Nathan, de seguir en la serie, sí elegiría y aprovecharía el de Alisha.
Saludos
2011-05-14 18:25
Piensa en una progresión psicoanalítica:
Ya hemos visto lo que deseaba el Ello,
Ahora le toca turno al Yo —tras dos años de madurar, eso sí—
Y aún cabría la posibilidad de que llegaran a una tercera elección “para la galería” que sería el Superyo.
Pero, insisto, la primera vez ningún poder se dio al azar. Todos eran manifiestaciones del Ello.
2011-05-18 14:35
he de reconocer que el análisis de la serie es más que acertado por todos pero ¡cuidado! a los que seguimos la serie doblada he visto un par de spoilers por ahí! :)
por otro lado, me encanta la serie, he de reconocerlo… sin análisis ni nada