TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
La noticia pasó casi desapercibida, reproducida en la inmensa mayoría de los Medios como comunicado de agencias, sin análisis, crítica ni sanción alguna: «Juicio oral contra Javier Krahe por su corto ‘Cómo cocinar a un Cristo‘». En la internet de la blogosfera y las redes sociales, esa que, justamente, se pone en pie por las leyes restrictivas de la libertad en red y el derecho a compartir o hace temblar a un periodista por burlarse de un mendigo, esa calla o emite ruidos que no pasan del alboroto inaudible. Callamos ante un ataque directo a la más elemental libertad de expresión, la que ampara al creador de interpretar el mundo como le venga en gana. Callamos ante un intento más de poner las leyes religiosas por encima de las civiles (Cristo al horno o a la sartén o qué más da, Ramón Buenaventura), intento que en este caso sobrepasa la presión social para llegar a la Justicia. La fatwa contra las caricaturas de Mahoma levantó ríos de tinta y actos de solidaridad con el periódico danés que las publicó, pero entonces se protestaba contra un poder externo, ajeno y con muy mala prensa por estos lares. Lo mismo sucedió con el secuestro judicial de El Jueves por su portada satírica de los príncipes borbones. Pero parece que la Iglesia y sus sicarios ostentan un poder mucho más afectivo y amordazante, y ellos que llevan siglos invadiendo e infiltrándose en la intimidad y la moral de todo el mundo, exigen silencio sobre sí mismos. Como en aquellos casos, el de Krahe debería haber servido para que a los que querían mostrar su poder callando bocas les saliese el tiro por la culata, con el video pecaminoso reproducido en miles de sitios logrando una publicidad que nunca hubiera alcanzado de otro modo. Y para que muchos a los que, como yo, jamás se nos hubiese ocurrido burlarnos de las creencias religiosas (yo diría, en cualquier caso, que la burla se dirige a la organización eclesiástica), lo hagamos sólo para dejar claro que no nos callamos ante el atropello de la libertad de expresión y la censura. Y si la Constitución o el Código Penal avalan estas prácticas judiciales, tendremos que cambiarlos.
RECETAS PARA COCINAR ÍDOLOS
Ingredientes: un cristo crucificado, sal, unas gotas de aceite, una cucharada
1. Se retira la cruz del cuerpo y se aparta.
2. Se lava el cuerpo, se desangra (recoja la sangre en recipiente) y se pone a cocer durante 24 horas, a fuego lento.
3. De la pasta resultante se retiran los restos de espinas que pudieran haber quedado en el cuerpo (si hubiese alguna otra impureza es que el cuerpo no es auténtico) y se estira, muy fina, sobre una mesa.
4. Se corta la pasta en círculos del tamaño de una aureola y se mete al horno 20 minutos.
5. Se presentan las obleas acompañadas de la cruz y la sangre.
Nota: las obleas deben comerse antes del tercer día o se evaporarán.
Ingredientes: un cristo, un mahoma, un buda, sal, aceite, mano izquierda, tropezones variados.
1. Se cortan en trozos muy finos los ídolos y se mezclan en un bol.
bq. 2. Se añade la sal y el aceite y se remueve todo con la mano izquierda muy lentamente y durante un mes; dependerá de la mano izquierda de cada uno el que este tiempo varíe.
bq. 3. Se añaden tropezones al gusto, evitando siempre los brotes de talibán o los menudos de fascista, pues amargarían en exceso el sabor.
bq. 4. Servir con acompañamiento de vodka para contrarrestrar el fuerte sabor a dogmatismo.
Nota: es importante no añadir en ningún caso a la receta curas, obispos, monjes o cualquier otra representación terrestre de los ídolos, pues pudrirían la ensalada en cuestión de segundos.
Ah, y el video de Krahe, horrible, por cierto:
2010-05-28 13:20
Ah, no me había enterado de que hay juicio contra Krahe; creí que solo se habían quejado del vídeo.
El vídeo, que no corto (parece que era un vídeo casero de otro y él) es bastante malo, pero yo no sé muy bien dónde le ven la gran ofensa: al fin y al cabo los domingos en la iglesia los creyentes comemos el cuerpo de Cristo (si vamos a misa), así que es el único realmente comestible, y, la verdad, a mí eso de que a los tres días «sale él solo» me parece un detalle gracioso (el único gracioso, eso sí) que, además, denota que conocen el Nuevo Testamento :-)
De Krahe, me gustan más sus canciones; y él lo que publica o edita son sus canciones, lo que también deja ver que está en su sano juicio, ¿no?
Bueno, que digo yo que tiene razón Ramón Buenaventura con lo de que esto es «Una hartá de disparates. A mí, la verdad, el vídeo me parece una chorrada, una gamberrada tonta de las que buscan la risotada entre amiguetes subidos al alcohol, y no entiendo a santo de qué llegaron a emitirse algunos de sus fragmentos en Canal +. El verdadero escándalo está en que semejante simpleza sea objeto de querella judicial.» O sea, que se sacan las cosas de quicio.
Un beso.