TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Please could you stop the noise
I’m trying to get some rest?
From all the unborn chicken voices
in my head
What’s that,
what’s that
Radiohead – Paranoid Android
La sensación es que toda ficción fue demiúrgica, oracular, futurista, que todas las fábulas y los cuentos anticipaban un porvenir que es ahora. Semeja que los árboles que me rodean fueron ya descritos por centenares de naturalistas ciegos, y si me fijo en la espesura espero a un lobo que ya fue ciento y mil veces lobo. Cuando nos besan ocultamos que son los mismos labios de Amarilis, y que ese maremoto de la piel entre fronteras es el mismo temblor de Baltasar y Blimunda. No es ya que todo sea mentira, deliciosa o abyecta, sino que nuestra propia construcción vive de fantasmas de tinta, y aún en la más realista, material, de nuestras concepciones nos imaginamos otros, y nos creemos caballeros, damas o villanos selectivamente, una amalgama de caracteres imitados que conviven y salen a frotarse con el mundo como una correlación de imposturas, máscaras de carnaval que intercambiamos según lo requiera el momento o la vida.
Quizás más que nunca seamos esas manos de , ese mundo de líneas difusas entre presente y subjuntivo, entre el cíclope y el tuerto. Con libélulas edificadas con silicio, androides semihumanos, un universo oculto siete veces y hasta esta escritura inexistente y liviana, con una crónica diaria que nos atropella en inercia catapultada desde las novelas de espías y de cosmonautas, con todo eso —sin recuerdos sino reconstrucciones— no queda más que constatar con todas las dudas posibles que la ficción era esto.
2007-02-15 09:48
Precioso texto, delicioso.
Y si la ficción era esto, la realidad era, como dice Vila-Matas que dice Rosario Girondo (hijo) que dice Sebald: «No son casualidades, sino que en alguna parte hay una relación que de cuando en cuando centellea por entre un tejido ajado.». (El mal de Montano) Cuidado a los lúcidos que perciben ese centelleo por entre el tejido ajado (o a los oráculos), porque puede que el tejido no esté casi ajado, o quizá esté incluso intacto, y quizá sólo la locura permita percibir esos pequeños centelleos que van acompañados de otros pero muchos otros dolores, que entran en el estómago y, o bien explotan, o bien murmuran dentro y, cual larvas que se alimentan de las entrañas de la madre viva, les van royendo, produciendo en ellos un ligero, apenas perceptible desequilibrio que hacen que cada vez sean más y más perceptivos al mundo de detrás, a ese que quién sabe cuándo ocurre o ha ocurrido u ocurrirá.
Un saludo, desde esta parte de la realidad
2007-02-15 22:56
Gracias Ana. Supongo que ya lo remarcas a propósito, pero esa superposición de narradores (dice que dice que dice) es un juego típico de la nueva narrativa, sobre todo de Sebald, y creo que tiene mucho que ver con esa incapacidad para establecer cuál es la realidad, qué perspectiva es la verdadera.
Es ese lado de allá y de acá tan cortaziano.
Saludos.
2007-02-17 13:06
De veras, Marcos, como dice Ana, un texto delicioso. La realidad, la cosa en sí, que algunos creyeron incognoscible, se duplica y multiplica cuando es narrada, significada de lenguaje, aunque siempre siga ahí, dura como un diamante. Sigue trabajando en esta línea de prosa, y sabe que tienes aficionados yaficcionados siempre pendientes. Abrazo.