TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Dementes, desesperados, injuriados, alienados, desquiciados, militantes de causas perdidas, representantes únicos de escuelas filosóficas, de religiones, de ideologías, frustrados, agraviados, incomprendidos, fascistas, erotómanos, publicistas en ciernes casi todos… o simplemente habitados por el ansia o la necesidad de la comunicación. El pasquín, el aviso o anuncio callejero, es producto moderno que navega entre el afán creativo de los muralistas y grafiteros y el libro; farolas, cabinas, portales, tablones o entregados en mano, recuerdan a la cultura perdida del bando, de las lecturas poéticas en bares o plazas, los cantares de ciego, la literatura de cordel. Generalmente capciosos, casi siempre anónimos, suelen dirigirse a la multitud, como advertencia, petición o grito desesperado; el misterio suele formar parte del mensaje, bien por intención del autor que busca ocultar datos esenciales, bien porque lo escrito no puede sino provocar la curiosidad del lector sobre cómo será el que se esconde tras semajantes declaraciones o lamentos. La curiosidad o el interés que nos causan, tienen el mismo origen que el placer que hallamos en la lectura de bestiarios medievales, consejos médicos renacentistas o las misceláneas premodernas de pasmos y asombros seudocientíficos y zoológicos: la admiración de su inocencia, el descubrimiento de un modo de ver y de pensar radicalmente extraño al nuestro, la percepción de una idiosincrasia ajena y lejana, pero representativa de una parte de la multitud. Lo sorprendente de los pasquines es que esa acronía de los tratados medievales nos invade contemporáneamente, con vecinos, con ciudadanos que participan de nuestro mismo tiempo.
José Antonio Millán es coleccionista de estas —terminología suya— flores de farola, y viene de publicar en libro (Flor de Farola melusina, colección «Los textos del margen», 2006) 17 pasquines escogidos, 15 de los cuales ya había publicado en su página web. Cada pasquín es analizado filológicamente para recibir lo más exactamente posible el mensaje, y para acercarse al posible autor. Un hombre despreciado por las mujeres les pide con insultos que le hagan caso; un inventor se ofrece para la elaboración de cualquier tipo de artilujo; un xenófobo advierte sobre el peligro de la proliferación de negros y árabes; un jubilado lanza un críptico mensaje para el bien de la humanidad; un convecino alerta sobre otro que roba las plantas del edificio… y Millán busca con humor y precisión explicarlos y entender. El libro es precioso en su edición (breve, de pequeño formato, austera presentación, usable) y la escueta hermenéutica que sigue a cada reproducción facilita la lectura. Quizás un análisis más completo y profundo haría el libro más espeso, pero se añora saber más sobre los autores, sobre su vida, sus motivaciones… acercarnos al momento de su vida en que decidieron lanzar esa botella al mar, exponerse así ante los otros; fabular sobre sus fábulas. Una labor más literaria sin duda, pero apasionante.