Siguiendo la estela de la sección homónima de Almacén Los Poetas trata de reunir una pequeña colección de buenos poetas, aunque poco conocidos o apartados del parnaso oficial y editorial.
Liliana Celiz (Argentina, 1956) escribe una poesía de imágenes, que deben mucho, en su forma, al surrealismo, pero que sirven como una estructura para desarrollar el tema; se trata de una poesía en pirámide inversa: bajo la forma espectacular y críptica se oculta un entramaje de ideas que encubre, muchas veces, la anécdota. Además de varios poemarios inéditos, ha publicado Del traje de Eva y su manzana (1997), ¿De dónde vienes de mirar tus ojos padre? (2000), O elevación de vos o pensamiento (2007) y, en prensa, A los que fueron pájaros. En poesiaceliz.com se encuentran datos y más poesías de la autora.
De EL CICLO DEL RECUERDO
es la sustancia que queda tras el fuego
en el punto inicial de la palabra tacto
volver y repetir la luz ha entrado desde el vidrio
donde la sombra juega a enmarcación de los objetos
como punto del orden que desata nuevos puntos
en la inserción de cuerpos al espacio no visible del encuentro
(la dimensión ha dado a ser la forma)
imitaciones múltiples se hacen giro en el detalle
en situaciones símiles de tiempo
el cuerpo vuelve a ser lo otro
donde el encuentro no es el fluido de los tactos
en división el yo retoma los esquemas de memoria
abolición del fluir a la manera de los ríos
inmediaciones de agua como germen donde hay pasto
la idea de una sombra que otorga ambivalencia
en la dilatación mayor de la pupila (no es noche)
como representar el nudismo de las formas
y el ojo en su revés multiplicarlas
de entre superposiciones simultáneas
la idea de la sombra es el reverso de las cosas
el cuerpo cae en lo profundo
en el resquicio de mirada a un fondo
decir el lago rota hacia el vacío
en estación de otoño, cuando lo quieto no supone fundamento
decir el agua cae levemente (no hay linde con el resto de las cosas)
la negación se ha contrahecho justo en el grado mínimo del hombre
en ecuación de tope hacia el silencio
De O ELEVACIÓN DE VOS O PENSAMIENTO
aroma entre los pastos vendaval
de luz articulada al movimiento
intimación de lengua torva o potestad
siguiendo el círculo abismal que me hace ser en el comienzo
¿haré de esta presión un pulso ahora que ya es tarde
y he caído a la manera de la muerte?
fracciones de segundo en el espacio o tiempo
en que la ausencia gira a ser un nombre
entre piezas de horizonte ¿en el disturbio?
generación de un cráter en mi cuerpo
a su pesar hazme reír ¿un cuerpo?
presidio torpe en que se es materia que adelgaza
la materia ¿al infinito un punto?
volver y ser capaz de ya no ver tu olor en la gramilla
o prestación del ojo como sombra que se va
y hace decir tu luz o giramiento
o rito de esta sangre poblada de brebajes
y tu voz dirá de mí dirá de mí
de cintas o acuarelas blancas
y no es allí donde me acuesto y río
frecuentes posiciones de la noche
(la luna abraza su tracción al fuego)
o el neón que salpicaba cada tanto el frío
dijéramos tal vez acurrucarse y ser
como conejo o vientre o el temor nocturno
linternas que se aíslan como un punto
en la tiniebla espesa y como manchas blancas
correr correr correr
minimalismo de la nota que se expande
o yo o connotación de lo quel yo como arco
es toda cosa
De EL NACIMIENTO DE LA FLOR
partición del cielo
en los espacios no asequibles a los cuerpos
como el ancho de una daga en el retorno
en la ondanada líquida del sexo
o licuación de la memoria en lo más mínimo
y ahonda
De EN LA VERSIÓN DE VERTE
de los esteros reflejados
en la rotura madre de la imagen
allá en la filtración de la mirada
a por los lagos desde el puente
de la caída desde el puente hacia el no fondo
en la abertura de las aguas
en la retardación del yo
como visión mismísima a la forma
De DE LAS REPETICIONES ÚLTIMAS
el agua cae levemente por las cosas
tumultos en la zona de belleza de entre
los musgos mismos en el agua (no el pez
se habla del ave todavía) en la tiritación
del cielo sin las aves en el trasluz
del agua que cae por las grutas en la zona
antigua de las manos y él no está
(haciendo blanco en el silencio) como entonces
De EL NACIMIENTO DE LA FLOR
no significa nada
ni el último minuto
en la distancia mínima
o entrando a la abertura de mi cuerpo
como connotación de los espacios íntimos
el viaje
es la mirada paulatina
haciendo eco en la memoria
en la visión desde el objeto
no el reflejo
como otra percepción de la mirada
la arena entre los cuerpos
el ojo siendo campo que detalla el todo
la partición justo en lo hondo de ser hueco
el agua
en la otra puerta
el nacimiento de la flor
el nuevo espacio entre canteros
lidiar con restos de la noche
allá en la noche
en el deseo de derrumbe
el aire entero de la costa
es un ovillo tironeado de ser cuerpo
justo en la cúspide del pasto verdecido
no la mancha
a la manera de los brotes del espejo
en lo más líquido del alma
continuidad del día
en la expresión frontal que no hace al día
(no al hundimiento de la sombra en paralelo)
como despliegue en lo abismal
la gota
la escena hace a lo múltiple en el tiempo
lo no en el tiempo
el devenir como en completación de algún pasado
donde el repliegue de la escena se repliega
en distorsión de la palabra aún no dicha
nunca dicha
el líquido de mí
puesto en la escena de pisada
en relación de esencia allá en el pasto
cuando el disloque del camino ahonda