Yo, por desgracia, no entiendo nada de vinos, pero a juzgar por el artículo de Lorenzo Morselli los europeos están en crisis: “La Comisión niega querer liquidar las tradiciones vinícolas del viejo continente, insistiendo sobre el hecho de que el régimen concerniente a los vinos «de calidad», protegidos por una indicación geográfica, será reforzado. La suavización deseada no tocará más que el sector de los vinos de mesa, que no beneficia de ninguna apelación. La idea es de colocar a los productores europeos «en igualdad de condiciones» frente a su competencia internacional.
¿Una alternativa? Reconquistar al consumidor europeo, tocando su fibra cultural. Esta dimensión la afirman la mayoría de los eurodiputados, empezando por Katerina Batzeli, encargada en el Parlamento europeo de esta cuestión. Un grupo de parlamentarios pide hoy la exclusión del vino del régimen de la Organización Mundial de Comercio, argumentando que no se trata de un producto industrial.” ¿Vendimias con retraso en Europa?.