Teología, creación del universo y física cuántica; aunque esas tres cosas juntas puedan dar miedo Felipe «Gulliver» elabora un magnífico ensayo donde mezcla los tres conceptos y da una visión interesantísima del origen del universo. Largo pero apasionante y nada farragoso. Todo lo que no está escrito es ciego azar: “Supongamos que Dios lleva a cabo cierto acto, como crear el Universo. Podría ser que este acto fuese lógicamente necesario. En este caso no tendría sentido hablar de una decisión libre de Dios, cuando no podría haber sido de otra manera. Más bien hablaríamos de un Dios determinista.
En caso contrario, si no fuese lógicamente necesario que Dios cree el Universo, podría con cierta probabilidad no crearlo, o haberlo creado de otra manera. Si le preguntamos a Dios por qué lo creó, y aquí lo supondré dotado de perfecta racionalidad, nos diría que no existe ninguna razón para ello (si la hubiese entonces sería un acto lógicamente necesario) y podríamos deducir que ha sido un acto esencialmente aleatorio. Lo mismo puede ser que ocurra o que no ocurra y no hay ninguna razón para decantar la acción a un lado o a otro. Se trataría de un Dios con aleatoriedad esencial, como la Mecánica Cuántica.”