Les contaba a los alumnos de la peripecia del Werther de Goethe, y cómo su lectura empujó o animó a muchos al suicidio, y uno aprovechó para soltar un «y después dicen que la lectura es buena», con el regocijo general. Miguel Santa Olalla Tovar escribe sobre ese desprecio generalizado por el saber de los adolescentes, y se pregunta las causas: “Yo no sé dónde está el culpable de este tipo de mentalidad. Si es el sistema educativo que permite que gente con estas ideas llegue a bachillerato, si es la sociedad que vive parasitariamente de los beneficios de un saber que desprecia, o si, simplemente, la estupidez y la ignorancia, la estrechez de miras y la falta de respeto a quien piensa o vive distinto vienen formando parte de la vida humana desde hace siglos. Ya no se trata de que el consumo «responsable» de botellones, pastillas y marihuana sea casi un imperativo juvenil, sino también que la democratización traiga consigo la imposición de lo peor como modelo de lo mejor. Y cambiar esto no es sencillo.” Yo, claro, me identifico con su angustia, pero no puedo dejar de preguntarme a menudo si toda nuestra cultura, si todos los avances tecnológicos, todas las novelas que escribimos y leemos, toda la ciencia, nos hacen más felices de lo que puedan serlo los integrantes de una tribu perdida de África que carezca de todo eso. Saber es una mierda.
2006-11-15 12:35
Los comentarios que puedo hacer a las ideas expuestas daría para un artículo. Saber no es una mierda, otra cosa es qué saber. Por ejemplo, aprender ciertas habilidades puede resultar muy útil y placentero: Enseñar a los adolescentes a manejar su cuerpo, obteniendo y dando el máximo placer. ¿Que no?.
Pues nada, menos escandaloso y mejor aceptado, mostrarles un catálogo de Grandes Hombres que hicieron Grandes Obras para que ellos puedan soñar ser un día … etc.
Tambien habría que enseñarles que eso que llaman Cultura es una historia de tiburones donde se ensalza lo peorcito del ser humano. Donde vencen las preferencias de aquellos que tienen más poder y de como los Artistas lamen la mierda de la Historia.
Habría que enseñarles y prepararles para esa lucha por vivir en sociedad. Despojarles de sentimientos de culpa por machacar o ignorar a quienes molestan y asociarse con aquellos que pueden alcanzar el éxito.
O todo lo contrario ser oveja consumidora de exquisitos productos culturales.
Hay mucho que matizar y documentar (un paseo por las miserables anecdotas artísticas del barroco español, por el panorama del chiringuito literario actual, los salones y capillas de ministerios y consejerías de curtura, etc.). Pero si, ese saber es una mierda.
Aprender a hacer el amor (es decir follar) dando recibiendo el máximo placer esa puede ser una asignatura interesante. Para esto habría que habilitar unos espacios tranquilos donde los adolescentes pudieran realizar sus prácticas, nada de aburridas teorías de adultos atrofiados. Por ejemplo.
2006-11-17 17:39
Autopromoción
A lo que he venido aquí es a hablar de mi libro #
A propósito, esto parece una mierda, pero en realidad es el suelo del pórtico de una iglesia.