Interesante reflexión en torno al fomento de la lectura y los libros de Pablo Doberti: “En tiempos saturados de modernidad como los que vivimos, cuesta entender por qué en todo esto de la lectura le apostamos tanto al mensaje explícito (soportado en una vetustísima teoría comunicacional de un conductismo naïf) y desatendemos y parecemos descreer de los mensajes subliminales, de caladura simbólica.
Dos elementos hacen, a mi juicio, al no lector no lector. Uno, la ausencia de referencias simbólicas en su imaginario psíquico. Y dos, la falta de fluidez en la acción de leer, lo que impide el encuentro con la dimensión narrativa o expresiva de lo leído. Todo lo demás «verbigracia: exceso de alternativas, falta de estímulo escolar o familiar, precios de los libros, insuficiencia de campañas oficiales y privadas sistemáticas, cantidad de librerías o bibliotecas, etc.» es superfluo al lado de lo basal de estos dos elementos.” Las otras sensualidades de las letras.