Por lo que veo cada día recorriendo periódicos para este Libro, los economistas llegarán a ser tan odiados como los curas de otros tiempos. El principal problema es que su trabajo no es técnico, como aseguran ellos, sino ideológico. En otras palabras, hay trampa, igual que en otros tiempos. La última es la revocación por parte del gobierno mexicano y sus economistas de las ayudas a la edición de libros. El artículo es de Gabriel Zaid y se titula
La democracia mexicana contra el libro.