Una primera aproximación analítica a la Cumbre Iberoamericana llenita de ausencias, Eduardo Gudynas, Aquellos no vienen, el otro llega tarde, y tú te confundes: “Los intereses encontrados y los problemas pendientes empañan esta cita presidencial, y son en primer lugar un duro golpe a la fuerte apuesta del gobierno y la corona de España por cobijar una mancomunidad iberoamericana. En segundo lugar también representan desplantes en el seno de la familia Latinoamericana. El presidente de Brasil aduce un cansancio extenuante después de la campaña electoral, y prefirió quedarse en una playa del norte antes que volver a discutir sobre sus compras de gas boliviano con Evo Morales, o recibir una nueva andana de reclamos uruguayos. El faltazo de Alan García no se debió a un chapuzón en el mar, sino que invocó la fuerte carga de trabajo en su recientemente estrenada presidencia. Pero también es cierto que todavía no ha hecho las paces con Hugo Chávez y por lo tanto la idea de un encuentro no resultaba muy atractiva.
Pero Chávez sorpresivamente no viajará para la inauguración, y se sospecha que cancelará toda su visita. La razón sería una campaña electoral interna un poco más complicada de lo previsto, pero también es muy probable que se desanimó por las otras ausencias y no desee repetir sus explicaciones sobre la suerte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.”