En medio de la vorágine post-elecciones, no deja de girarme en la cabeza este artículo, aparentemente sin conexión con la actualidad, de Enrique Tomás Bianchi sobre el filósofo Leo Strauss. El caso es que sí que creo que podría servir para definir, a grandes rasgos, cómo ha ido el proceso electoral. Mentiras piadosas: “La ley divina (revelación) comprendería dos categorías distintas: las creencias verdaderas y las creencias necesarias. Las primeras (creencias verdaderas) son idénticas a los principios filosóficos que conocen los sabios y que la ley revelada enseña de manera sólo implícita. Las segundas (creencias necesarias) no son verdaderas en el plano teórico, pero resultan útiles a la comunidad política y a su supervivencia.
Son mitos útiles para la conservación del buen orden social y son enseñados al vulgo. La ciudad terrestre –decía– no está preocupada por la verdad, sino por su propia conservación.”