Sergio Ramírez explica la decadencia ética e ideológica del antaño revolucionario Daniel Ortega en Nicaragua, y en el camino surgen temas esenciales sobre la izquierda, la ética y el modo y la forma de afrontar la política; permítanme extractarles el párrafo final: “ Si la corrupción y la violencia contra los principios éticos son justificables siempre que se proclame la adhesión a determinados cánones ideológicos o políticos seleccionados desde arriba, por ejemplo el neoliberalismo, ¿en qué se diferenciará entonces un dirigente de izquierda de alguien como el general Pinochet, que al mismo tiempo que depositaba toneladas de lingotes de oro en Suiza, se robaba hasta los ladrillos para construir su mansión?” Pecados veniales.