“Al haber alcanzado el nivel global, el desarrollo capitalista se encontró directamente enfrentado cara a cara con la multitud, sin ninguna mediación. De ahí que se evaporara la dialéctica, la ciencia del límite y su organización”. Esta cita de presentación, sirve a Rubén Dri para iniciar este artículo que supone un cuestionamiento contínuo y sistemático a
Antonio Negri o la evaporación de la dialéctica “Para nuestra desgracia ahora toma la posta Antonio Negri con categorías como “imperio”, “multitud”, “contrapoder” (palabra sagrada si la hay). No me interesa mayormente el pensamiento de Toni Negri, pero me preocupa el efecto que causa en la práctica política militante”. Para Negri todo centro de poder se ha difuminado, se ha desterritorializado, de manera que no se lo puede ubicar en ninguna parte, salta de un lado a otro. Derrida, el gran desconstructor nos invita a saltar del centro a la periferia y de ésta al centro. Todo es difuso arriba, todos son flujos que van y vienen, no hay dónde aferrarlos, no hay dónde atacar. Dispersión absoluta, a la cual le responderá otra dispersión, la “multitud”.