Bush reconoce que las cosas no van bien en Afganistán; menos mal. La guerra nunca ha acabado allí, y los talibanes son cada vez más fuertes. El Gobierno es un remedo siniestro de una democracia, y los afganos… ¿viven mejor? Juan Gelman, Mujeres: “el 65 por ciento de las miles de viudas que viven en Kabul considera que el suicidio es el único camino que les queda para salir de sus miserias. En efecto, se han suicidado centenares en el lustro que dura la ocupación y no faltan las razones. Al rigor de la ley islámica se suma la falta de hospitales: la tasa de mortalidad materna se eleva de 1600 a 1900 mujeres de cada 100.000 parturientas, la más alta del planeta. La mayoría sigue sufriendo violencias mentales y sexuales dentro y fuera del hogar. El informe del Unifem registra que el promedio de vida de la mujer afgana es 20 años menor que en otras partes del mundo, pero ahora no proliferan sus fotos en los periódicos occidentales: Karzai es un camarada en la lucha contra el terrorismo.”