Voto a dios que no sé si Armando Segura defiende la eutanasia o la condena pero su modo barroco de argumentación me parece interesante: “Se puede formular aquel principio de autodeterminación en términos colectivos e históricos como el derecho de la humanidad a autodeterminarse mediante leyes democráticas que son las que deben regular aquel derecho y no abandonarlo al peligroso capricho de cada cual. Ese derecho del Estado a disponer y a permitirme disponer de mi vida debe extenderse, como es lógico, a mi derecho a disponer de la vida de los demás, amen de la mía propia, lo que sin duda, por afectar a la misma Ley de Presupuestos del Estado y de las comunidades autónomas no tiene visos de prosperar. Una tal libertad de disposición de la vida deja sin contribuyentes al Estado y por mucha mano ancha que se tenga en la admisión de inmigrantes, solamente negándoles a ellos aquel derecho soberano de autodeterminación, podremos sostener las necesidades de las arcas públicas.” Autodeterminación de los vivos, perfección de los muertos.