¿Se anima alguien a escribir la tercera parte del Quijote? O la segunda del Ulises de Joyce. No, no se animará nadie, no se atreverá nadie, y ningún empresario con dos dedos de frente se empeñará en pagar porque se haga. Pero con Peter Pan es distinto: ahí sí hay dinero, y a espuerta. Por eso acaban de publicar la secuela de la obra de Barrie, aunque parece que la operación comercial ha guardado unos mínimos de calidad que salvan algo la empresa. Silvina Friera cuenta la aventura del proceso de escritura/edición en El retorno al País de Nunca Jamás, y Rodrigo Fresán ya se ha leído la obra: “Peter Pan de rojo escarlata es una buena y lograda segunda parte que por momentos invoca con pericia la prosa un tanto lírica y bizarra de Barrie. Otra cosa —más allá de motivos económicos— es que hiciera falta escribirla. El final, por supuesto, abre la ventana a aventuras por venir.” Lo dice en Crecer o no crecer.