David Iwasaki, La banca y el final del boom inmobiliario: “El sector del ladrillo ha generado empleo, actividad y beneficios desorbitados; pero, a diferencia de lo que ocurría unos años atrás, ahora no sólo sobresalen aspectos positivos. Se le coloca en el centro de una preocupación generalizada por el gravísimo problema de acceso a la vivienda, por la corrupción municipal a cuenta de las cuestiones urbanísticas y por el insostenible ritmo de endeudamiento inmobiliario. Por otro lado, la discusión sobre la burbuja del sector empieza a arrojar signos de la derrota definitiva de las tesis ?nuncabajistas?: pocos se muestran ya dispuestos a defender que nunca habrá crisis de precios y que no se producirá un cambio de ciclo. La construcción, en resumen, se enfrenta a la posibilidad de que terminen sus años dorados en medio de un más que justificado temor por el futuro de la economía española, que ha estado excesivamente volcada hacia un sector de baja productividad que no encaja en un modelo de desarrollo teóricamente guiado por la mejora de la competitividad.”