Mariano Gistaín, Microgravedad: “Un vecino de Laluenga, cuando se anunció el viaje a la luna, dijo que él se moriría ese día. Y se murió. Además, no vio el alunizaje por la tele. Así que tal como está el escepticismo, y con los vídeos extraviados, aquel señor de Laluenga es la única prueba de que los tres astronautas pisaron el satélite. Toda una generación se está quedando sin infancia. Como esa generación no suelta el poder o lo suelta muy despacio, las siguientes tratan de minarla por donde más duele, por la base, que es aquella noche flipante de alunizaje. Menos mal que no se han cuestionado los transplantes de corazón, que también empezaron en esa época. Cada generación tiene que hacer su viaje a la luna.”
2006-10-01 13:38
SuperMarcos !