Santiago Bardotti e Ivana Costa entrevistan al filósofo italiano Remo Bodei: “Me interesaba mostrar cómo la idea combativa de individualidad piramidal, al chocar frente a la sociedad de masas y a los totalitarismos del Novecientos, pone de manifiesto a un individuo débil, que se puede descomponer. Para eso, fue necesario retomar el problema desde el siglo XVII, con la concepción “horizontal” de Locke. En el marco de una crisis de la idea metafísica de alma como unidad de la conciencia, Locke entiende —contra Descartes— que nuestra conciencia o identidad personal es esencialmente frágil: algo que se desarrolla en el tiempo, en el hilo sutil de la memoria y que, por lo tanto, podemos perder. Porque es frágil, afirma Locke, debemos sostener nuestra propia identidad trabajándola. La identidad no se hereda: es resultado de un trabajo diario. Yo pienso que hay una conexión estrecha entre esta conciencia de la fragilidad del Yo y el nacimiento del liberalismo europeo. Esta noción de individuo está en el centro de la constitución del liberalismo económico y político, que enfatiza la capacidad individual para actuar, manteniéndose libre de condicionamientos externos.” Débil es la conciencia.
2006-09-28 21:52
Alguien dijo que el nacionalismo es el individualismo de las naciones. No se como se puede pretender que el individuo se mantenga libre de condicionamientos externos si el liberalismo económico y político indujo el triunfo de la revolución burguesa con su corolario de relaciones sociales encastradas dentro de las relaciones económicas. Al atomizarse, la sociedad civil deja el campo libre al desarrollo de la lógica económica y sus intereses (Polanyi).