Carlos Alonso Romero, Suciedad Civil: “Nuestro sistema político, penetrado por lobbies, informado por grandes corporaciones y controlado por el gran dinero, es corrupto «per se». Es una estructura de dominación a la que los advenedizos se encaraman. Las tramas urbanísticas son esquejes del gran árbol de la corrupción total que es el estado planificador y megaconstructor. Luchar contra la corrupción es estar contra el Capital y el Estado del Capital (hoy es ya imposible separarlos), pues la deshonestidad y la inmoralidad –resumamos en “neolengua”: corrupción- son las formas habituales en que se mueve el Dinero por todo lo alto. No hay otra forma.”