Comentarios

1. Alex Pérez Cano
   2006-09-19 20:46

   Desafortunadas, muy desafortunadas las referencias del Papa; sobre todo por que así como esta que arde medio oriente y con los extremismos y fundamentalismos islámicos, más vale quedarse callados.

2. Cayetano
   2006-09-19 21:55

   Cada vez entiendo mejor a Oriana Fallaci cuando escribe La rabia y el orgullo. Eso no quiere decir que comparta sus, digamos, opiniones. Pero no entiendo porque fue procesada y absuelta en Francia y condenada en rebeldía en Suiza.

   Quería desarrollar un reflexión ante las presiones de los Estados cuando se publican determinados libros calificados de tóxicos (en realidad solo contienen opiniones). En el caso de La rabia y el orgullo toca las pelotas a los padres de Eurabia y arremete contra la ideología fascista de una religión (en especial su peculiar versión del papel de la mujer).

   Ni la Iglesia de Roma ni los inumerables (y contradictorios) guardianes de la ortodoxia del Islam (cuando tienen poder) se caracterizan por respetar ciertos derechos. Etc.

   Estoy con Oriana Fallaci cuando recomienda mano dura con el fascismo (imponiendo normas morales emanadas de un ente abstracto y organizando toda una sociedad con representantes elegidos por la mano de Dios, o de Alá). Que este sea de origen Vaticano o Iraní (o lo que sea) es irrelevante, ambos fascismos son terriblemente peligrosos …

   De ahi se deriva que quizá reconsidere mi posición y entienda cada vez mejor la postura de los diferentes gobiernos que han gestionado el estado de Israel (eso no impide que no esté atento a los abusos del ejercito y el gobierno israelí)

3. Cayetano
   2006-09-19 22:18

   Por si no se entendía lo anterior entresaco del artículo:

   pueden decir que el cristianismo o el islam son religiones en las que la mujer desempeña un papel muy destacado y al mismo tiempo relegarlas a papeles secundarios, calificarlas de impuras o, simplemente, deshacerse de ellas sin más, ya sea mediante la lapidación o los juicios inquisitoriales a las brujas. Las religiones cumplen un papel de regulación social que se remonta al remotísimo pasado y que ignoran los cambios que la sociedad experimenta. Está en su naturaleza la imposibilidad de aceptar las críticas ni las libertades de pensamiento ni expresión.

   Personalmente no aceptaría, en base a supuestos respetos por la cultura de un pueblo, una rebaja en los logros sociales conseguidos. Muchas libertades (la de expresión en particular) ya están siendo retocadas para evitar conflictos. Para ser asquerosamente correctos. Habrá que reclamar el derecho a equivocarse y no por ello tener que pedir perdón. :)