Enrique Gutiérrez Ordorica, Los poemas que debemos celebrar: “Tan absurdo es preguntarse ahora por los poemas que podría haber escrito de seguir viviendo, como afirmar que es menos muerte morir luchando contra “la oscuridad y la derrota” que sucumbiendo a la desesperación. O dicho de otra manera, el que en una madrugada de un 11 de febrero de 1963 Sylvia Plath muriera con su cabeza metida en el horno, o que la noche de un 4 de octubre de 1974 Anne Sexton muriera en su garaje con un vaso de vodka en la mano inhalando el monóxido de carbono de su coche, no impide que sus poemas, por dolorosos y tristes que resuenen a veces, sean poemas que debemos celebrar. Y es que contrariamente a lo que sostiene Donald Hall, cómo se enfrenta a la vida, a la muerte o a la derrota un hombre o una mujer que escriben versos no los convierte en poetas a celebrar.”