Carlos Fuentes: “El resultado de la incursión israelí en el sur de Líbano debiera servir de lección, profunda lección. Mientras Bush, tartamudeando, anuncia una victoria sobre los terroristas de Hezbolá y sus patrones iraníes, éstos se congratulan. Hezbolá aparece como el defensor triunfal de la soberanía libanesa contra la alianza de Washington y Tel Aviv y ello aumenta el crédito de Teherán. Ahmadineyad, sentado sobre millones de barriles, puede mofarse de Estados Unidos y de Europa. Líbano, la bella huérfana del Mediterráneo, debe acostumbrarse a vivir con—y aun ser dominada por—la autoridad de Hezbolá, vista por muchos libaneses como la única barrera a la expansión de Israel y como el poder de facto que da trabajo, salud y escuela a los libaneses en sus territorios.” Países de la luna creciente.