Lo que irrita de la Ley del tabaco no es que defiendan a los no fumadores (agradezco en el alma entrar en lugares libres de humo) sino la propaganda, esas campañas crimnalizadoras y moralistas; es curioso que sean precisamente los socialistas los que más se parecen a un cura dando misa cuando promulgan una Ley. Es el estilo, tan paternalista y exagerado que pareciera que los únicos problemas que hay en España son el tabaco y el tráfico. Xosé Carlos Caneiro: “Yo le pediría al Estado la misma pericia para protegernos de otros males. No los citaré todos, pero para la higiene mental del país resulta imprescindible que nos defiendan de la estulticia televisiva, del garrafón, del vértigo del ocio, del arte de usar y tirar, de los mesías, de los futurólogos y arúspices, de María Patiño y Karmele Marchante, de José Luis Perales, de las olas de calor y las olas de incendios, de la prensa oficial y de la prensa dependiente, de corazón corazón, de la mala educación en los parlamentos, de los virus en los hospitales, del fútbol defensivo…” El Estado protector.
2006-09-12 16:21
Buenísimo todo el artículo. A todos, incluso a los fumadores culpables por culpabilizados, nos gustaría añadir algo o quizás alguien a la lista de males. Que por bien no vienen.