James Petras: “En un principio las autoridades británicas y estadunidenses sostuvieron que el artefacto explosivo era una bomba líquida; sin embargo no se halló ninguna ni de ese tipo ni de ningún otro en la vivienda o en la persona de los acusados. Tampoco se ha encontrado prueba alguna de la capacidad de los sospechosos de preparar, trasladar o detonar la bomba líquida, la cual sería una solución sumamente volátil si la manejaran operativos no adiestrados. No se ha mostrado prueba alguna de la naturaleza de la bomba, ni ninguna conversación grabada o documento que incrimine a alguno de los sospechosos. No ha aparecido ninguna botella, líquido o fórmula química ni uno solo de los ingredientes necesarios para preparar el explosivo. Tampoco se han encontrado indicios de la procedencia del líquido ni se sabe si fue comprado en el país o el extranjero.” El fiasco de las bombas líquidas.