Enrique Bustamante, Terracita de verano: “Sartre partió del supuesto hegeliano de que “el hombre no es lo que es y es lo que no es”, es decir, de que el hombre está completamente por hacer. A partir de hay, Sartre desarrolló toda una filosofía ética basada en la premisa de que el hombre debe inventarse a sí mismo, constantemente, ya que no está predeterminado por ningún tipo de esencia o carácter inmutable. Según esto, mañana puedo tener un aspecto más saludable y completamente distinto del que tengo ahora (mañana, incluso, puedo pensar de forma distinta a como pienso ahora), y eso es lo que más me interesa, en una palabra, de la ética de Sartre. Lo contrario, no lo duden, sería completamente aterrador y conllevaría, mucho me temo, la imposibilidad de que cada uno escriba su propia autobiografía, es decir, confiese, a quien quiera escucharle, que sí, que ha vivido. ¿Conocen alguna idea más atractiva que ésta en el mercado/conversación dedicado al libre albedrío?”