David Álvarez, El secreto de Dylan Thomas: ”[Alexandra Davies] Ha dedicado los últimos tiempos a escudriñar los papeles en los que había escrito a mano el poeta que dejó en 18 whiskies el récord del White Horse. Según Davies, la caligrafía es “nítida, pero muy infantil”. Pero no se crean: no dice lo de la dislexia sólo por la caligrafía. También ha identificado como síntomas sus conocidos problemas de concentración y el uso anormal que hacía del lenguaje. Esto último viene a significar, más o menos, que Dylan Thomas escribía poesía del mismo modo que el árbitro redacta actas de los partidos: porque no le quedaba otro remedio. Según la teoría que llevará a Davies directamente a convertirse en doctora, si Dylan Thomas hubiera intentado escribir el documento de un árbitro, le habría salido inevitablemente un poema loco y abrasado. No podía hacer otra cosa el pobre: es que era disléxico.”