Dice Ian Gibson: “Según unas declaraciones recientes de la abogada, jueza, escritora y defensora iraní de los derechos civiles Shirin Ebadi—la primera musulmana en recibir el Nobel de la Paz (2003)—, las mujeres de su país, y por extensión de otras sociedades donde impera la misma religión, viven “en una cultura patriarcal dominada por una interpretación incorrecta del islam”. “Si un marido mata a su mujer porque ésta le es infiel o la ha encontrado en la cama con otro hombre—prosigue Ebadi—, el asesino no recibe castigo alguno”.”
Suena muy familiar, ¿verdad? En España, ese tipo de asesinos, campan a sus anchas, a pesar del código penal y la aplicación de la nueva ley contra la violencia de género. 53 mujeres han muerto ya en lo que va de año a manos de sus compañeros o ex – sentimentales. En el trasfondo sigue estando esa educación y curriculum oculto sobre la pertenencia de ellas y la dominación de algunos de ellos. Intimidación y memoria.