Enrique Badía: “Lo del peaje por acceder al casco urbano suena mal, pero sorprende que escandalice tanto su mera mención. A fin de cuentas, aunque sea con otra denominación son varias las herramientas empleadas con efecto igual o parecido en varios municipios del país. ¿No actúa de ese modo la panoplia de instrumentos ideados para regular el aparcamiento? ¿No viene a ser lo mismo haber situado vías alternativas de pago para evitar la congestión de los accesos a la ciudad? Ello por no incidir en la nunca resuelta discusión sobre si es más justo cargar los costes únicamente sobre los usuarios efectivos o aplicarlos, vía impuestos, sobre el conjunto de la sociedad. O en la circunstancia de que poseer un automóvil en España entraña una carga fiscal superior a la vigente en el resto de países de la Unión Europea (UE). A fin de cuentas, hay peaje para todos en forma de carga tributaria: no existe la gratuidad.” Las ciudades ya tienen peaje.