Joan B. Culla: “Hace décadas que, en el escenario bélico del Próximo Oriente, se acabaron para Israel las victorias limpias y elegantes tras unos pocos días de guerra convencional contra uno o varios ejércitos regulares árabes. Hace décadas —desde 1982, o como poco desde 1987— que, en aquella región, las guerras son largas, sucias y asimétricas, lo cual no significa en absoluto que tengan un vencedor predecible de antemano. Hace décadas que, en esas guerras de nuevo cuño, el bando menos armado ha descubierto en las imágenes e impresiones mediáticas una baza tanto o más eficaz que la artillería y los aviones de su adversario. Hace tiempo, en definitiva, que las guerras del Próximo Oriente se libran en un doble escenario paralelo: sobre el terreno y, a la vez, en las pantallas televisivas y los diarios de Occidente. La crisis de este verano ha llevado dicho fenómeno hasta el paroxismo.” Ya no hay guerras de seis días.