No sé si las soluciones que apunta Ignacio Camacho al final de su artículo lo son, pero la crítica inicial es exacta e incide en la permanente falta de responsabilidad de los gobiernos: “SÓLO el 8 por ciento del agua que se consume o se derrocha en España corresponde al sector doméstico. La agricultura absorbe, nunca mejor dicho, casi un 80 por cien del total, mal repartido, porque mientras en algunas zonas se saca oro de un metro cúbico en otras se riega a caño libre o a tablón quitado. En la red urbana se pierde en fugas de distribución una quinta parte del suministro. Y cada año, el Ebro vierte al mar una cantidad de hectómetros cúbicos doce veces superior a la prevista en el abortado trasvase. Pues bien: ante la progresiva disminución de la capacidad embalsada y la preocupante contumacia del ciclo seco, el Gobierno y las autonomías pretenden convencernos de que la solución reside en lavarse los dientes con el grifo cerrado y colocar un ladrillo en la cisterna.Ante cada problema estructural, el Estado traslada la culpa a los ciudadanos. Falta agua porque nos duchamos a menudo y hacemos demasiadas coladas. Hay accidentes de tráfico porque corremos mucho y conducimos mal. El colapso sanitario obedece al viejo hábito de los enfermos de acudir al médico al primer síntoma.” Agua va.
2006-08-22 11:31
Dejando aparte el que no ha desperdiciado la ocasión para meter lo del trasvase del Ebro (y eso ya es mala fe, porque tiempo suficiente habrá tenido para leer todos los argumentos en contra para ello), no le falta razón en que se quiere disfrazar el problema del agua pasándole la culpa a los ciudadanos. Y las hipocresías no acaban aquí. Leo en la sección de Madrid de “El Mundo” la siguiente noticia (extractada):
Más abajo, al final de la noticia, indica:
Es decir, la ordenanza sirve para reducir la extensión verde de parques y jardines, que son de todos y necesarios en una ciudad tan contaminada como Madrid, pero no se tocan, por ejemplo, los campos de golf, privados y en muchos casos construidos con la connivencia de Comunidad y Ayuntamientos, aunque la escasez de agua sea la misma para todos y estas instalaciones sean un auténtico sumidero de agua. Pues es lo que hay, oigan.
Saludos
2006-08-22 11:40
Lo de los campos de golf es increíble. Hace un par de días La Voz de Galicia anunciaba que en Santiago y alrededores se construirán ¡5 campos de golf! Y aseguró que también en Galicia empieza a escasear el agua.
Después hay absurdos municipales, menores, pero absurdos: ¿cómo es que vemos siempre el rigeo automático de los jardines funcionando a todo tren a las 12 del mediodía? El riego, nos enseña cualquier campesino, se hace por las noches y por la mañana temprano, cuando el calor no evapora todavía todo el agua y esta se filtro hasta las raíces; regar durante el día es un desperdicio. Pero supongo que es cuando los funcionarios de jardines están despiertos.
Saludos.
2006-08-22 19:46
El ciudadano sediento (un “muerto de sed”, en contraposición al antiguo “muerto de hambre” de los siglos XX y anteriores) es el caddie de la impotencia que arrastra con filosofía (es decir: con sentido del humor) la saca imposible de los palos (madera 1, madera 2, etc.), “fuera de los límites”, mientras la iniciativa pública y la iniciativa privada (ambas un mismo cyborg o un mismo proyecto político) ensayan un hermoso “backspin”, efecto de retroceso, a través del césped genésico y civilizado del “farway”. En términos golfisticos (es decir, en la terminología que emplean los golfos) “fuera de los límites” es el terreno donde el juego ya está prohibido. Una bola está fuera de límites cuando toda ella reposa fuera de límites. Un jugador puede colocarse fuera de límites para jugar una bola que reposa dentro de ellos. Un caddie, salvo excepciones, nunca juega el juego de los jugadores.
La próxima guerra, visto lo visto, será la del agua.
La próxima guerra.
2006-08-22 20:13
Eso sí: Tiger Woods lloró junto a su caddy, Steve Williams, tras proclamarse Campeón del último British Open.
Y es que son como niños.
Saludos.
2006-08-24 04:55
Bueno, no siempre traslada papá Estado la culpa a los ciudadanos. Consumimos más agua porque también somos más,¿ o es que 36 millones de habitantes son lo mismo que 44 millones sobre el mismo territorio?. Pero claro más habitantes son necesarios para mantener el sacrosanto crecimiento del PIB a base de ladrillo construido.
Supongo que los de los campos de golf y piscinas particulares también son ciudadanos, pero quizás de otro tipo porque no sufren tanto la escasez de agua, pero tiene fácil arreglo con voluntad política, que es prohibir nuevos campos de golf o piscinas particulares donde escasea el agua, osea el 80% del territorio. Pero claro, cualquier alcalde pierde el culo por que pongan en su pueblo un club de golf, porque supone riqueza y probablemente urbanizaciones a su alrededor. Así los jovenes del pueblo no tendrán que emigrar porque trabajarán poniendo ladrillos o tuberias y saldrán el finde a flipar con su coche tuneado.
La moraleja del artículo de I.Camacho es continuar este círculo vicioso de crecimiento desarrollista casposo continuador del franquismo económico a base de embalses fastuosos, trasvases ruinosos y urbanizaciones horteras y clubs de golf en el sur querido. Curioso ahora que se le quitan estatuas y nombres de calles a Franco, su planeacion económica es continuada aun 30 años después de su muerte por todos los “poceros” de mierda y sus prevaricadores.