Rafael Marín sobre los escritores y lectores de ciencia ficción en España: “Visitar algunos foros de internet hace que uno se encuentre con, literalmente, docenas de jóvenes autores con obra inédita o con obra publicada y con un nutrido grupo de lectores que se cierran en torno a ellos y, me temo, aplauden sin demasiado rigor crítico cualquier iniciativa fantástica con tal de que salga una espada de nombre bonito, un par de guerreros a ser posible andróginos, una maga, un animal de compañía y muchas muchas generaciones de avatares que se cruzan y entrecruzan en legados literarios. Ojo, insisto que eso está muy bien. Que todos hemos empezado con parámetros más o menos por el estilo. Existe el riesgo de no ir más allá, de querer que se escriba siempre el mismo libro y de desear leer siempre el mismo libro: quienes de verdad valgan para escribir pronto dejarán atrás la etiqueta y buscarán cosas nuevas. Dicho de otra manera: quizá hemos saltado de generaciones sin una hilazón intermedia, y el género fantástico se ha rejuvenecido, pero en demasía. Ahora mismo los límites entre literatura fantástica y literatura juvenil se soslayan: se escribe para adolescentes desde parámetros adolescentes. Y está bien que se haga. Pero no todo tiene que ser de esa manera. Es más, dentro de cuatro o cinco años ese lector adolescente y ese escritor para adolescentes desde dentro de la adolescencia monogámica tendrá que crecer. O la siguiente generación volverá a partir de cero.” La alternidad literaria.