Quien haya estado en Santiago de Compostela algún 25 de Julio, identificará rápidamente el panorama que describe Mario Beramendi: “A los compostelanos endomingados se les juntan los turistas de riñonera, las expediciones de boy scouts, el autobús del Imserso y miles de peregrinos. Y en medio de ese enjambre, que hace impracticable el paseo, el nacionalismo busca su hueco y miles de almas desfilan hacia A Quintana para festejar el día da patria galega”. Una de Estatuto, cuatro cañas y dos de pulpo. Y es que el veranito con sus celebraciones y fiestas permiten relajar las espadas de confrontación que se activan el resto del año. Tomen nota, pasen, vean y súmense a la fiesta.