Otis B. Driftwood se ha ido de vacaciones, y en venganza, nos deja una serie de Microrrelatos:
“Aristóbulo se dirigió al foro, donde una multitud le esperaba impaciente con pesadas piedras en la mano. Atravesó el denso grupo de personas sin mirar a nadie a los ojos, subió a la fuente que aliviaba el bochorno de aquella tarde de verano y, con su fuerte voz nasal, dijo tres únicas palabras:
—Cerrad el círculo.”